Por Javier Ponce
El señor Demetrio Turcios, padre de Karla Turcios y suegro de Mario Huezo, solicitó al Gobierno de la República ayuda para gestionar la atención que necesita el hijo de la pareja, quien sufre de autismo.
El niño, de tan sólo siete años ha enfrentado dos golpes en su vida: la muerte de su madre y el proceso judicial contra su padre, acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) de haber asesinado a la periodista el 14 de Abril de 2018, en la casa en la que vivían ambos, en la Colonia Costa Rica de San Salvador.
“El niño está con temperatura, quizás por la percepción que tiene, tiene siete años, pero en lo pertinente el niño está bien cuidado, lo tenemos en la AASA (Asociación de Autismo Salvadoreño”, afirmó Turcios.
En ese sentido, hicieron un llamado a la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele apadrine al menor para costear la asistencia educativa y medicamento especial.
“Acordémonos que como son cosas especiales, los costos son elevados (…) esperamos tocarle el corazón a la primera dama, para que lleve el proyecto y al señor presidente también le expresamos que también hay un compromiso con este grupo que institucionalmente se llaman autistas, él sólo es un niño, pero lo que le ha tocado vivir no le quita que no ha sufrido al no ver a sus papás”, manifestó.
Huezo, actualmente enfrenta los delitos de feminicidio en el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia Contra las Mujeres.
El caso
Según las investigaciones de la FGR, el sujeto asfixió a la mujer en la habitación principal de la vivienda posteriormente trasladó el cuerpo hasta la carretera Longitudinal del Norte, en jurisdicción de Santa Rosa Guachipilín de Santa Ana, no sin antes arrojar el DUI y el celular de la víctima kilómetros antes, para montar la versión de una privación de libertad.
Ese mismo día, notifica a la Policía que la mujer quedó en casa, ya que él salió a comprar agua con su hijo a las 12:00 del mediodía, dejando a Turcios durmiendo
.
Sin embargo, las pesquisas determinaron que Huezo se encontraba con la joven madre durante toda la jornada, y quedó certificado en las cámaras de seguridad cercanas a la vivienda y de la gasolinera a la que supuestamente fue a comprar agua.
Además se comprobó que los celulares de ambos registraron la misma trayectoria de la longitudinal.
El ministerio público pidió al juez de sentencia la pena máxima contra el sujeto, 50 años.