El Salvador podría bajar en calificación de riesgo por irrupción de militares a otro órgano de estado

El presidente de la Cámara Salvadoreña de Comercio (CAMARASAL) Javier Steiner aseguró que la membresía de la gremial manifestó su preocupación por las fricciones entre los Órganos Ejecutivo y Legislativo, luego de la irrupción del palacio legislativo por parte de la Fuerza Armada el pasado domingo.

Steiner señaló que la mejor manera de trabajar entre los poderes del estado, es sostener la independencia de cada uno y buscar canales de comunicación, a pesar de que es difícil por las proyecciones electorales.

El representante de la gremial reconoció que el Presidente Nayib Bukele había trabajado en regresarle la buena imagen al país y construir la confianza a nivel internacional, que no se gana en el corto plazo, y fue percibida por los empresarios.

“La foto que tiene el mundo es una Asamblea militarizada por el presidente de la república, eso tenemos que evitar, (…) lo que tiene que prevalecer es el respeto y la indecencia de los órganos del Estado”, explicó.

En este sentido dijo que está de acuerdo en los proyectos de seguridad y ve a bien que sea una prioridad del Gobierno “la seguridad ha sido el talón de Aquiles en El Salvador, combatir la delincuencia ha sido una de las prioridades del presidente Bukele y lo ha hecho muy bien, ya que sin seguridad todo lo demás pierde relevancia en economía, educación salud”, añadió. Pero dijo que esta no debe estar amarrada al amedrentamiento institucional.

La gremial condenó la utilización de la fuerza para incidir en otro órgano. Ya que la polarización de órganos podría dejar a El Salvador mal parado en las evaluaciones de las calificadoras de riesgo internacionales.

“Yo invitaría que la popularidad se ocupe en lo positivo, para unir a los ciudadanos y no generar división, si no la unión, ya que trabajando juntos podemos salir adelante”.

La institución castrense tomó esta medida, tras la discusión que sometió el Consejo de Ministros de la Presidencia de la República para la aprobación del préstamo de 109 millones. El centro del debate, y que no logra llegar al consenso entre los partidos políticos.