Tras la decapitación del profesor de historia Samuel Paty que mostró caricaturas del creador del islam Mahoma en su clase de libertad de expresión, por extremistas islamistas.
El hecho ocurrió en Conflans-Sainte-Honorine, Francia el pasado viernes por un joven de 18 años de origen checheno, cerca de la escuela donde el docente impartía clases, dejando al atacante abatido a tiros por la policía francesa y nueves personas más arrestadas, entre padre de familia de la escuela y familiares del atacante.
Las relaciones por la barbarie no se han hecho esperar desde la indignación del Presidente Emmanuel Macron, ministros, diferentes personalidades y miles de ciudadanos.
Este domingo Miles de franceses marchan por distintos puntos de ese país para rechazar la barbarie yihadista
concentrándose por miles bajo el grito «Je suis prof» (cuya traducción en español sería «Yo soy profesor») para rechazar el terrorismo islámico tras la decapitación del profesor de secundaria, defiendo la libertad de expresión.
«Yo también soy profesor. Pienso en ti, Samuel», decía una pancarta en la República. «Todos contra la barbarie» era una pancarta común, en París en Lille, en Lyon, en Marsella.
«Nosotros somos el país de las Luces y la Libertad. No pasarán», repetían un grupo de maestras, en Rouen. «Estamos en Francia, no en Pakistán ni Afganistán», afirmaban un grupo de estudiantes de magisterio en Marsella.
La mayoría de las manifestaciones que se celebraron en varios ciudades y pueblos de Francia fueron espontáneas, la tarde del domingo. La presencia en la misma plaza de la República, del jefe del gobierno y uno de los líderes de la extrema izquierda, denunciando al unísono, la misma barbarie, tampoco había sido preparada, afirman fuentes internacionales.