Por: DW
Cuando hablamos de las «cuatro paredes» a que aspiramos para vivir, solemos referirnos a un espacio protector. Pero, en este lugar supuestamente seguro, a menudo reina la violencia. La Policía alemana registró el año pasado más de 256.000 actos de violencia en el ámbito familiar, entre parejas y exparejas. Eso es casi un siete por ciento más que el año anterior.
«La mayoría de las víctimas son mujeres. Y en tres de cada cuatro casos los sospechosos son hombres», afirmó la ministra del Interior, Nancy Faeser, al presentar las cifras el viernes en Berlín. Especialmente impactante consideró que 155 mujeres fueran asesinadas por sus parejas o exparejas el año pasado.
Para la vicepresidenta de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), Martina Link, «crisis sociales» como la pandemia de coronavirus, son responsables del aumento de la violencia. Por otro lado, ha aumentado la disposición a denunciar la «violencia doméstica”, por lo que quedan menos casos ocultos. Actualmente, se está realizando un estudio que también debería arrojar luz sobre estos casos sin denunciar.
Refugios repletos: «una de cada dos mujeres es rechazada»
«Me esperaba este aumento en las cifras», dijo Stefanie Knaab a DW. Esta mujer de 33 años sufrió humillaciones, violencia sexual y física por parte de su pareja durante cuatro años. Hoy, lucha por otras personas afectadas con su asociación «Sin Violencia hacia el Futuro” (Gewaltfrei in die Zukunft). «Las cifras llevan años aumentando. Y cada año nos sorprendemos, pero nada cambia. Eso me revuelve mucho el estómago», explica.
En Alemania, todavía no hay suficiente ayuda para las afectadas que buscan protección contra la violencia. Actualmente, alrededor de 7.000 mujeres y niños pueden alojarse en centros de acogida para mujeres. Los expertos calculan que se necesitarían unas 14.000 plazas adicionales para poder ofrecer protección a todas las afectadas.
«Esto es chocante y triste», dice Knaab. «No puede seguir así. Ante el creciente número de casos, necesitamos definitivamente más lugares en los refugios para mujeres, más protección. Si una de cada dos mujeres es rechazada, ¿adónde pueden ir?»
Sibylle Schreiber puede confirmarlo. «En realidad, en todas partes faltan plazas y, en nuestros refugios para mujeres, nos dicen que tienen que rechazarlas todos los días», afirma la directora general de la Asociación de Coordinación de Refugios para Mujeres.
«Pero la protección contra la violencia no es gratuita», advierte Schreiber a DW. Según un estudio, el Estado tendría que gastar hasta 1.600 millones de euros al año para ayudar a todas las afectadas; una cifra más de cinco veces mayor que los casi 300 millones de euros de que se dispone hoy.
Derecho a exigir protección: una ley ansiada
«En realidad, estamos viendo muchas señales positivas en este momento», dice Schreiber. Se refiere, sobre todo, a la Ley de Ayuda contra la Violencia prevista por el Gobierno federal. Esta ley contemplaría que toda mujer que busque protección la reciba.
Un borrador confidencial de la ley, al que tuvo acceso DW, habla de un «derecho a protección y asesoramiento jurídico» aplicable y gratuito para todas las afectadas. Eso obligaría al Gobierno federal y a los Gobiernos regionales a crear suficientes plazas. Pero todavía siguen debatiendo sobre quién debería financiarlas.
El federalismo -la separación de poderes entre Gobierno federal y Gobiernos regionales-, causa actualmente otro problema, explica Schreiber: «Puede suceder que una mujer no deba quedarse en Berlín porque su pareja podría saber relativamente rápido dónde está. Así que tiene que irse más lejos, a otro estado federado. Pero puede ser que haya problemas en cuanto a quién paga qué». El proyecto de ley también debería cambiar esto. El borrador dice que «las personas afectadas por la violencia pueden acudir a cualquier centro independientemente de dónde vivan».
La ley debería aprobarse pronto, dicen Schreiber, Knaab y muchas otras mujeres activistas. Y nos gustaría ver una estrategia integral contra la «violencia doméstica”, como la prevista en el «Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica», que se conoce también como «Convenio de Estambul” y que Alemania firmó.
Alemania también puede aprender de las experiencias de otros países, afirma Knaab. «España es pionera absoluta a nivel mundial en la lucha contra la violencia de género en las relaciones íntimas.» En 2004 se aprobó una ley para combatir la violencia de género en las relaciones de pareja. «En cada ciudad, por pequeña que sea, hay un centro de asesoramiento y un refugio para mujeres. Hay unidades policiales especiales y tribunales especiales que están sensibilizados».
Un «diario» para escapar de la violencia
«Mi historia fue similar a las de muchas otras afectadas», confirma Stefanie Knaab. «La violencia no ocurre los 365 días del año, hay fases. A veces el perpetrador es totalmente cariñoso y afectuoso, y al día siguiente ya no lo es». Por eso, comenzó a escribirse cartas a sí misma, documentando la violencia. «Y luego, en algún momento, leí estas cartas y me di cuenta de que había un patrón y que tenía que salir de allí».
Hoy, Knaab busca ayudar a quienes están atrapadas en relaciones violentas. Inició una aplicación que las mujeres pueden recibir si la solicitan. Así, pueden documentar los ataques en sus teléfonos inteligentes, en un diario camuflado, legalmente vinculante. Además, la app les comunica ofertas de ayuda. El Estado financia la aplicación, que actualmente está disponible para mujeres en Berlín y Baja Sajonia, y se está ampliando. Con esto, también se pretende evitar que siga aumentando el número de personas afectadas por la violencia doméstica en Alemania.