Por: Redacción YSKL
Karina Beatriz G. M., de 28 años, administraba una tienda de conveniencia en una gasolinera ubicada en la avenida Jerusalén, en San Salvador. El 30 de agosto de 2024, debido a un faltante de dinero detectado por el supervisor de la empresa, Karina fue despedida de su trabajo.
Al día siguiente, 31 de agosto de 2024, la nueva administradora, acompañada por el supervisor, se presentó en la tienda para retirar el dinero de la caja fuerte, el cual habían dejado allí el día anterior.
Al contabilizar el monto, se percataron que faltaba $2,250. Ante esta situación, revisaron las cámaras de seguridad y observaron al empleado Bryan José M. A., de 23 años, dentro de las instalaciones del establecimiento.
Posteriormente, se vio al empleado ingresar al lugar donde se encontraba el dinero. Al ser interrogado por las autoridades, Bryan aceptó haber tomado el dinero y explicó que ingresó al lugar con una llave que le había entregado Karina.
La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Karina y a Bryan del delito de hurto agravado, presentando el caso ante el Juzgado 1° de Paz de San Salvador.
En la audiencia inicial, el juez ordenó que el caso continúe en un Juzgado de Instrucción, dictando medidas alternas a la detención provisional para ambos acusados. Estas consisten en no cambiar de domicilio y presentarse a firmar en el Juzgado. Además, se le impuso una caución económica de $1,000 a cada uno de los imputados.