Por Redacción YSKL
El Comité Nacional Mons. Romero expresó su rechazo a la aprobación de la Ley General de la Minería Metálica, emitida el 23 de diciembre de 2024, argumentando que esta actividad tendría graves repercusiones en la gestión de la cuenca hidrográfica del río Lempa, principal fuente de agua potable para la población salvadoreña.
En su comunicado emitido este domingo, el Comité enfatizó que «la práctica de cualquier tipo de minería será gravemente dañina y de consecuencias irreversibles contra la salud y la vida de la población», además de señalar el impacto destructivo en el medio ambiente. Según el pronunciamiento, no existe evidencia de que la minería sea ambientalmente amigable.
En ese sentido, citaron a la Universidad de El Salvador (UES), la cual había señalado previamente que «todos los estudios científicos demuestran que las actividades mineras, sin importar su escala o tipo, generan impactos sociales y ambientales graves, y en muchos casos irreversibles».
El Comité también advirtió sobre el uso de sustancias químicas altamente tóxicas, como cianuro, arsénico y mercurio, en el proceso de extracción de metales preciosos, lo que convierte grandes cantidades de agua en veneno con efectos letales duraderos. Además, mencionaron que la explotación minera, en caso de realizarse en la región norte del país, contaminaría los mantos acuíferos, afectando especialmente al río Lempa.
Asimismo, cuestionaron que la aprobación de la ley se haya realizado «sin escuchar lo que piensa la población ni contar con estudios técnicos que demuestren los beneficios de su implementación».
El Comité solicitó que el presidente Nayib Bukele vete la ley en su totalidad, calificando de «campañas engañosas» las declaraciones que presentan la minería como ambientalmente amigable y benéfica para el país. Además, solicitaron a los diputados derogar la normativa, a quienes responsabilizaron de las posibles consecuencias.
Finalmente, manifestaron su respaldo a las declaraciones de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), así como de organizaciones religiosas, académicas y sociales, en su rechazo a esta legislación, haciendo un llamado a la movilización en defensa de la vida.



















