Por: Redacción YSKL
La noche del jueves se confirmó el fallecimiento del Obispo de la Iglesia Luterana, Medardo Ernesto Gómez Soto.
Gómez Soto nació el 8 de junio de 1945 en Quelepa, El Salvador. Su formación teológica la realizó en el Seminario Luterano Augsburgo de la Ciudad de México, y en 1972 regresó a El Salvador para asumir la responsabilidad pastoral de las comunidades luteranas en San Salvador.
Entre 1977 y 1980, colaboró estrechamente con el arzobispo católico y defensor de los derechos humanos, Óscar Arnulfo Romero.
Tras el asesinato de Romero en 1980, Gómez promovió la preservación de su memoria dentro de las comunidades luteranas a nivel internacional. Durante la década de 1980, enfrentó amenazas de los Escuadrones de la Muerte, grupos paramilitares de ultraderecha que operaban en el país. A pesar de estos peligros, en 1986 fue elegido y consagrado como el primer obispo del Sínodo Luterano Salvadoreño.
Su liderazgo se distinguió por una labor social visible y una constante promoción del diálogo interreligioso. Participó activamente en el Consejo Nacional de Iglesias y en el Foro de las Religiones por la Paz. Durante la guerra civil salvadoreña, integró el Comité Permanente del Debate Nacional junto al sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría y el pastor bautista Edgar Palacios, impulsando soluciones pacíficas al conflicto armado interno.
Bajo su conducción, la Iglesia Luterana Salvadoreña adoptó la «teología de la vida», enfocándose en la defensa de los derechos humanos y la preservación de la memoria histórica.
En 2014, inició la Iniciativa Pastoral para la Paz, orientada a la reinserción de jóvenes en situación de exclusión social. Incluso en los años más violentos del país, entre 2014 y 2017, el obispo Gómez abogó por el diálogo con las pandillas, reconociendo la complejidad del problema y buscando soluciones integrales. Más recientemente, criticó las detenciones de inocentes durante el régimen de excepción implementado por el gobierno de Nayib Bukele.
El 5 de diciembre de 2024, después de liderar la Iglesia Luterana durante casi cuatro décadas, entregó su cargo a la nueva obispa, Guadalupe Cortez de Huezo.
Gómez falleció a los 79 años debido a complicaciones de salud, de acuerdo a fuentes familiares.



















