Por Redacción YSKL
El senador estadounidense, Chris Van Hollen, arribó este miércoles a El Salvador con el propósito de sostener reuniones con autoridades salvadoreñas y con personal de la embajada de Estados Unidos, en un intento por lograr la liberación de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado desde EE. UU. y actualmente recluido en el Centro de Confinamiento Contra el Terrorismo (CECOT).
“Acabo de aterrizar en el aeropuerto de San Salvador. Ahora estoy de camino a la ciudad, deseando reunirme con el equipo de la embajada estadounidense”, expresó el senador demócrata a través de su cuenta de X.
También reafirmó su compromiso con la familia de Ábrego.
“Dije a su esposa y a su familia que haría todo lo posible para traerlo a casa”, agregó.
Van Hollen señaló que espera también reunirse con altos funcionarios del gobierno salvadoreño y, si las condiciones lo permiten, visitar personalmente al detenido.
La llegada del legislador ocurre tras enviar una carta a la embajada salvadoreña en Washington advirtiendo que viajaría al país si Ábrego no era repatriado esta semana.
“Fue secuestrado ilegalmente por la administración Trump y deportado injustamente”, afirmó, y sostuvo que el ciudadano salvadoreño “no debería pasar ni un segundo más lejos de su familia”.
El caso de Kilmar Ábrego ha sido respaldado por otros congresistas demócratas como Maxwell Alejandro Frost, Robert García y Yassamin Ansari, quienes han calificado las expulsiones como ilegales.
“Estamos en una crisis constitucional”, escribió García, denunciando que la administración anterior “está enviando a personas a una cárcel extranjera de manera ilegal”.
Expulsión sin proceso judicial
Ábrego García es uno de más de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, que fueron deportados bajo la administración del Presidente Donald Trump y enviados al CECOT sin posibilidad de presentar sus casos ante una corte.
Organizaciones de derechos humanos han calificado estas acciones como “desapariciones forzadas”.
Según reportes judiciales, Ábrego contaba con un estatus legal en EE. UU. y estaba protegido de la deportación.
Residía en Maryland, donde vivía con su esposa, una ciudadana estadounidense. Su defensa afirma que huyó de El Salvador tras recibir amenazas de la pandilla Barrio 18.
A pesar de un fallo reciente del Tribunal Supremo de EE. UU. que respalda una orden judicial emitida en Maryland para facilitar el retorno del salvadoreño, tanto el gobierno estadounidense como el salvadoreño han negado tener facultades para liberarlo.
Durante una visita a la Casa Blanca, el presidente, Nayib Bukele, calificó a Ábrego como terrorista y rechazó su repatriación.
La administración Trump, por su parte, ha evitado brindar detalles sobre el caso, alegando que el acuerdo con El Salvador es confidencial.
La fiscal general, Pam Bondi, reiteró que Ábrego tiene una orden de deportación vigente, mientras que Stephen Miller, subsecretario de Gabinete, lo vinculó con la pandilla MS-13, acusación que no ha sido corroborada por documentos judiciales.



















