Por Redacción YSKL
El vicepresidente de la República, Félix Ulloa, aseguró que cualquier país puede solicitar el uso del sistema penitenciario salvadoreño, incluido el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), como parte de lo que describió como una oferta internacional de servicios de “alojamiento penitenciario”.
Ulloa sostuvo que varios países ya han mostrado interés en el modelo penitenciario salvadoreño y mencionó la visita reciente de una delegación de Ecuador.
El CECOT y la oferta de servicios penitenciarios internacionales
El Vicepresidente de El Salvador aclaró que la detención de extranjeros en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) no representa una violación a la soberanía, sino parte de una oferta de servicios penitenciarios internacionales.
Destacó que la calidad de los internos es determinada por el país solicitante, no por El Salvador.
«No vemos que sea un tema de derecho internacional ni de conflicto internacional en la medida en que está respaldado por la prestación de un servicio. La calidad de los internos o de la persona que viene no la califica El Salvador; la califica el Estado que pide la prestación de servicio», indicó en una entrevista para el medio francés Le Grand Continent.
Ulloa explicó que El Salvador ofrece sus instalaciones como un «alojamiento penitenciario», similar a otros servicios internacionales como el turismo médico o los servicios tecnológicos, sin que esto signifique una «vasallización» hacia otro país.
«En vista de la calidad y seguridad de las instalaciones que proponemos, se está dando este servicio que podríamos llamar un alojamiento penitenciario. Es como si viene una persona a El Salvador y pide tratamiento médico; tenemos turismo médico para personas que vienen a hacerse tratamiento odontológico, etc.», enlistó.
En este sentido, mencionó que la oferta penitenciaria salvadoreña ya ha sido evaluada por delegaciones internacionales, como la de Ecuador, que visitó las instalaciones del CECOT y otras cárceles del país para conocer su funcionamiento.
«En El Salvador tenemos un sistema penitenciario que sirve de modelo para otros países», agregó Ulloa, señalando que se ofrece a los internos la posibilidad de recibir formación en oficios como panadería, carpintería y sastrería, a través del programa «Cero Ocio».
«Es una relación de carácter estrictamente comercial o financiero. Es una relación de prestación de servicio; no se trata de una exportación de nuestro sistema carcelario», dijo Ulloa.
Según lo manifestado por Ulloa, cualquier nación, incluyendo potencias como Francia o España, puede solicitar que sus prisioneros sean alojados en El Salvador, en virtud de esta oferta internacional de servicios.
«Cualquier país puede requerir los servicios de las instalaciones penitenciarias de El Salvador», expresó, refiriéndose a un enfoque basado en la cooperación internacional.
Un modelo de seguridad que llama la atención internacional
Sobre la influencia internacional de El Salvador en temas de seguridad, Ulloa destacó que la política de seguridad del gobierno de Nayib Bukele ha transformado al país en uno de los más seguros de la región.
«Ahora es el país más seguro de las Américas, con 1.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, mucho más bajo que Canadá», afirmó Ulloa, resaltando la implementación del “Plan Control Territorial”.
Ulloa explicó que el país centroamericano continúa con la implementación de la sexta etapa del plan, que tiene como objetivo la integración social de los detenidos.
«Estamos en la penúltima etapa de este plan, que busca no solo la represión, sino también la reinserción de aquellos que han estado en el sistema penitenciario», agregó Ulloa.
La “doble moral” en la comunidad internacional
El Vicepresidente también abordó las críticas de la comunidad internacional sobre las políticas del gobierno.
«Hay una doble moral: por un lado, se pide la liberación de presos venezolanos detenidos en El Salvador por delitos cometidos en EE.UU., pero no se habla de los presos políticos en Venezuela», subrayó Ulloa.
Añadió que Bukele ha propuesto un intercambio con el gobierno de Nicolás Maduro, liberando a los detenidos en El Salvador a cambio de prisioneros políticos en Venezuela.



















