Por Redacción YSKL
El Sistema de las Naciones Unidas (SNU) en El Salvador ejecutó $104.3 millones en 2024 a través de 153 proyectos y programas dirigidos a fortalecer áreas clave como la protección social, el empoderamiento de las mujeres, la atención a personas en movilidad, el trabajo decente y la seguridad ciudadana.
Según el Informe Anual de Resultados 2024, más del 61% de estos fondos se orientaron al bienestar social, mientras que el resto se distribuyó en acciones de transformación económica (30.9%) y construcción de paz sostenible (7.8%).
Entre los proyectos más financiados se encuentran los ejecutados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con $38.4 millones; el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR-ACHR), con $16.7 millones; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con $13.7 millones; y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con $12.7 millones.
Enfoques prioritarios y distribución del financiamiento
La mayor inversión se dirigió al “Efecto 3”, relacionado con la atención, protección e integración de personas en movilidad humana, que recibió $39.6 millones.
Le siguieron el “Efecto 5” sobre resiliencia y adaptación al cambio climático ($16.3 millones), y el “Efecto 4” sobre trabajo decente y medios de vida sostenibles ($15.9 millones).
En cuanto a igualdad de género, el “Efecto 2” recibió $13.1 millones.
Distribución de fondos por efecto de programa:
- Personas en movilidad: $39.6M
- Cambio climático y resiliencia: $16.3M
- Trabajo decente: $15.9M
- Empoderamiento de las mujeres: $13.1M
- Servicios sociales: $11.2M
- Gobernabilidad democrática: $2.7M
- Seguridad ciudadana y justicia: $5.5M
Avances en educación, salud y protección social
El informe destaca mejoras en cobertura educativa, con una tasa neta de matrícula que ha alcanzado su nivel más alto en la última década.
No obstante, se observan caídas significativas en la transición a niveles superiores, especialmente hacia la educación media (41.1%) y superior (11.8%).
Entre los factores de deserción figuran el bajo rendimiento académico (14.3%) y las dificultades económicas (1.5%).
En salud pública, se logró una reducción en la mortalidad materna de 34.5 a 26.8 por cada 100,000 nacidos vivos entre 2022 y 2023, mientras que la tasa de mortalidad neonatal se ubicó en 5.0.
El acceso a servicios de salud sexual y reproductiva continúa siendo limitado, especialmente en zonas rurales y para grupos vulnerables.
Además, el porcentaje de hogares sin acceso a servicios de salud pasó del 6% en 2021 al 12.3% en 2023.
En el ámbito de género, se registraron 20,950 casos de violencia de género hasta mayo de 2024, lo que representa un aumento del 15.25% respecto al año anterior.
Se lanzó la Política Nacional de Corresponsabilidad de los Cuidados, y se fortaleció el diálogo interinstitucional y el acompañamiento técnico del SNU al gobierno en este tema.
Contexto macroeconómico y movilidad humana
La economía salvadoreña creció un 2.6% en 2024, con una proyección de crecimiento del 3% para 2025.
El turismo representó el 15.2% del PIB y generó $5,300 millones en divisas. Sin embargo, el índice de producción industrial ha mostrado caídas y la inversión extranjera directa se redujo un 10.9%.
Para estabilizar las finanzas públicas, el Gobierno alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por $1.4 mil millones, lo cual permitirá el desbloqueo de $3.5 mil millones en financiamiento adicional y contribuirá a mejorar la percepción de riesgo país.
Respecto a movilidad humana, las remesas representaron el 25% del PIB en 2024.
El 76.3% de la población adulta y el 65.9% de los menores retornados identificaron razones económicas como la principal causa de migración.
La inseguridad como motivo migratorio se redujo significativamente en comparación con años anteriores.
Indicadores del contexto nacional (2023-2024)
- Pobreza monetaria: 27.2%
- Pobreza multidimensional: 25.1%
- Inseguridad alimentaria: 14.7%
- Hogares sin acceso a saneamiento: 38.2%
- Hogares sin acceso a agua potable: 21.2%
- Mortalidad materna: 26.8 por 100,000 nacidos vivos
- Tasa de homicidios: 1.9 por cada 100,000 habitantes
- Hogares con restricciones por inseguridad: 15.3%
Consideraciones finales
El informe agrega que, aunque hay avances en sectores clave, aún persisten brechas que requieren intervenciones integradas, sostenibles y con enfoque de equidad.
“Es crucial que las reformas estructurales sean inclusivas, protejan a las poblaciones más vulnerables y refuercen la resiliencia del país frente a riesgos internos y externos”, destaca el documento.



















