Por Redacción YSKL
Se han identificado cerca de 600 megavatios (MW) de potencial geotérmico en El Salvador, de los cuales el Estado contempla desarrollar 100 MW en los próximos cinco años, según la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas (DGEHM).
La propuesta de Ley de Energía Geotérmica busca complementar los planes estatales con participación privada, ya que “no damos abasto para lo que el país necesita en energía”, explicó el director de la institución, Daniel Álvarez, ante la Comisión de Tecnología, Turismo e Inversión de la Asamblea Legislativa.
“Vamos a tener más oferta de energía, ya no solo va a ser la que tiene el LAGEO, sino que puede venir un privado y hacerlo. Eso se traduce en más competencia en la venta de energía eléctrica”, dijo Álvarez, quien además destacó que la normativa incluye incentivos fiscales, un marco regulatorio en control y vigilancia, y lineamientos para concesiones supervisadas por el Estado.
Potencial de Conchagua y Santa Rosa de Lima
Los diputados señalaron el interés en las zonas de Conchagua y Santa Rosa de Lima, en La Unión, por el potencial de recursos geotérmicos.
Álvarez confirmó que ya existen estudios en Conchagua con el apoyo de la empresa islandesa Iceland GeoSurvey (ÍSOR), mientras que en Santa Rosa de Lima se han identificado manifestaciones como aguas termales de alta temperatura.
La propuesta de ley permitiría que inversionistas privados puedan solicitar permisos para explorar y desarrollar proyectos en estas áreas.
Datos destacados por la DGEHM
- Potencial geotérmico identificado: 600 MW.
- Plan estatal: 100 MW en 5 años.
- Potencial restante: 500 MW, abierto a inversión privada.
Usos adicionales y generación de empleo
El titular de la DGEHM señaló que la iniciativa también regula usos directos de la geotermia más allá de la generación eléctrica, como el secado de alimentos, lo que, según Álvarez, puede generar empleos y dinamizar economías locales.
“Esto se traduce en mayor generación de empleo, mayor generación de escala económica para los alrededores de los campos geotérmicos”, afirmó.
Impacto a mediano plazo
Sobre el efecto de la propuesta en la matriz energética, Álvarez señaló que si bien el plan estatal cubre 100 MW, la apertura al sector privado podría duplicar la capacidad instalada en un menor tiempo.
“Puede ser un impacto en un mediano plazo, no en uno tan largo como lo sería en 10 o 15 años. Podríamos tener resultados en 7, por ejemplo”, señaló.
El funcionario añadió que los proyectos deberán cumplir con la normativa ambiental y garantizar la reinyección de fluidos al subsuelo para preservar los mantos acuíferos.
“Todos los recursos que ya explota la GEO están incluidos dentro de esta ley, que son del Estado y son de uso propio del Estado. Entonces, (esta ley es) para precisamente dar lo nuevo, no lo que ya nosotros tenemos desarrollado”, agregó.



















