Por Redacción YSKL
Representantes de comunidades de Nahuizalco, ubicadas cerca del río Sensunapán, denunciaron este jueves la intención de un grupo privado de desarrollar una represa hidroeléctrica en la cuenca del río, proyecto que han rechazado durante aproximadamente 22 años.
Señalaron que la construcción podría generar daños ambientales y afectar sitios sagrados y de memoria histórica.
Los pobladores indicaron que “el 17 de septiembre de 2025, técnicos de la Dirección de Ordenamiento Territorial y Construcción (DOT), junto a personal de la empresa Sensunapán SA de CV, realizaron una visita a este sagrado río. Tal situación generó una profunda preocupación en nuestras comunidades de Sisimitepet, Pushtan y Tacuiluzlan”.
Reunión con autoridades
El 30 de septiembre, las comunidades solicitaron un encuentro con representantes de la DOT, donde presentaron documentos que evidencian más de dos décadas de resistencia contra el proyecto.
Entre estos se incluyen la confirmación institucional de la existencia de lugares sagrados, la denegación del permiso ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en 2014 y una resolución de la Cámara Ambiental que prohíbe otorgar la construcción de la represa.
Durante la reunión, las comunidades reiteraron que “Una nueva represa provocará daños irreversibles al abuelo Sensunapán y a los ecosistemas que le dan vida”.
Apartado: Afectaciones del proyecto
- El proyecto contempla zonas de inundación y un acercamiento aproximado de 4 km al río.
- Podría afectar al menos 11 lugares sagrados y otros sitios de memoria histórica, incluyendo cementerios donde descansan restos de víctimas de la masacre de 1932.
- Se estima que alrededor de 30,000 personas en la cuenca del Sensunapán serían impactadas directa o indirectamente.
Defensa cultural y ambiental
Los pueblos indígenas de la zona recordaron que, desde la cosmovisión Náhuat, la naturaleza y la cultura forman una sola entidad.
Según las comunidades, “destruir el río es atentar contra una parte esencial de nuestra identidad y de la memoria colectiva del pueblo salvadoreño”.
Asimismo, pidieron a la DOT respetar la autonomía de los pueblos, rechazar cualquier intento de reactivar el proyecto, reconocer el carácter sagrado del río y establecer un diálogo permanente con las comunidades y autoridades ancestrales.
Agregaron que “seguiremos defendiendo al abuelo Río desde la palabra, la memoria y la organización comunitaria”.