
Por: DW
La Presidencia de Madagascar denunció este domingo un intento de golpe de Estado en el país, después de que grupos de militares se unieran este sábado en las calles de la capital, Antananarivo, a los manifestantes antigubernamentales que protestan desde hace más de dos semanas.
«La Presidencia de la República desea informar a la nación y a la comunidad internacional de que se ha iniciado sobre el territorio nacional un intento ilegal y por la fuerza de tomar el poder, contrario a la Constitución y a los principios democráticos», señaló un comunicado difundido en la red social Facebook.
El presidente malgache, Andry Rajoelina, ya denunció la pasada semana un presunto intento de golpe de Estado por las protestas, a las que ayer se unió parte del Ejército. La Unión Africana ha emitido también un comunicado, en el que muestra su «profunda inquietud» por la situación en Madagascar.
Unidad de élite afirma tener el mando
Una unidad militar insurrecta aseguró haber tomado el control de las Fuerzas Armadas del país. «A partir de ahora, todas las órdenes del Ejército malgache, ya sean terrestres, aéreas o militares, emanarán del cuartel general del CAPSAT (Cuerpo de Administración de Personal y Servicios del Ejército de Tierra)», anunciaron soldados de este contingente de élite en un vídeo difundido hoy.
El CAPSAT, que controla la logística del Ejército y tiene su sede en Soanierana, a las afueras de la capital, Antananarivo, hizo este anuncio después de hacer un llamamiento este sábado a los militares a «desobedecer» cualquier orden de disparar contra la población, después de que en jornadas previas de protesta se produjeran muertes.
Aunque inicialmente surgieron para protestar contra los constantes cortes de agua y electricidad, las movilizaciones, impulsadas por jóvenes de la Generación Z, se han tornado antigubernamentales y exigen ahora la dimisión de Rajoelina, cuya propuesta de diálogo nacional ha sido rechazada por los organizadores. Inspiradas en movilizaciones juveniles recientes en países como Kenia y Nepal, estas protestas son las peores que vive la isla del océano Índico en años y el mayor desafío que afronta el jefe de Estado desde su reelección en 2023.