La pesadilla del sarampión vuelve a amenazar a América

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Una enfermera mexicana prepara una dosis de vacunación contra el sarampión. Imagen de referencia. Foto: Cortesía.

Por: DW

Si miramos las cifras, este 2025 hubo 30 veces más casos de sarampión en el continente americano que en todo 2024. Es una explosión de contagios que ha afectado especialmente a América del Norte, siendo Canadá el punto más crítico. Allí hay un brote que ha dejado más de 5.000 contagios y tres muertos desde octubre de 2024.

Y ahí está la clave: como ha pasado más de un año y no se ha conseguido frenar el espiral de nuevos casos, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) quitó a América la condición de región libre de sarampión.

Es un golpe duro, porque dos veces antes el continente había logrado quitarse de encima esta enfermedad, altamente transmisible y especialmente grave en niños de dos años o menos. «Se habían logrado metas sanitarias muy buenas y hoy día ese trabajo de años, arduo e insistente, se pierde», dice a DW el pediatra infectólogo Luis Delpiano, académico de la Universidad de Chile.

El experto espera que la decisión de la OPS tenga como efecto concreto «gestionar, motivar y articular las distintas políticas públicas de salud respecto a controlar la enfermedad, prevenir la aparición de nuevos casos y retomar el estado que tenía antes, que era una enfermedad controlada e inmunoprevenible en América».

El problema es que el brote canadiense no es el único. México (23 muertos), Estados Unidos (3 muertos) y Bolivia presentan también numerosos casos, lo que aumenta el peligro de que la enfermedad se propague por otros países de la región.

¿Será México el próximo?

El doctor Rodrigo Romero, coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología, dice a DW que el peligro es real porque «el virus ya está presente y se está transmitiendo en la región, y antes -como estaba eliminado- solo llegaban casos importados» de países de otros rincones del planeta donde el sarampión no ha logrado erradicarse.

Además, apunta el experto, México está ad portas de también perder su certificación de país libre de este mal, lo que podría suceder en febrero de 2026, cuando se cumpla un año desde que aparecieron los primeros casos en el país. Si no se frenan los contagios, sin duda la OPS repetirá en México la decisión que ya adoptó en Canadá.

Tanto Delpiano como Romero coinciden en que, si bien la crisis tiene múltiples causas, una de las determinantes es la baja cobertura de vacunación.

«Esto hace que tengamos personas no protegidas, lo que quiere decir susceptibles a enfermarse», apunta el especialista mexicano. «Cerca del 80 por ciento o más de los casos o no tiene vacunación completa o no se puede certificar que estén vacunados. Estos brotes tienen que ver con que hemos perdido la inmunidad por falta de vacunación en poblaciones que tienen algunos conceptos relacionados con movimientos antivacunas», agrega el médico chileno.

Romero especifica que «los mitos e ideas erróneas con respecto a la vacunación hacen dudar a las personas sobre si vacunarse o no». Sin embargo, especifica que no es el único factor.

Delpiano menciona algunos otros: «El no conocer la enfermedad, por su ausencia, ha llevado a que no se tengan las coberturas adecuadas», y dice que ese mismo desconocimiento entre generaciones que no padecieron los brotes de décadas anteriores hace creer a muchos que el sarampión es una enfermedad común y corriente.

«Los que tenemos más edad y que vivimos el sarampión sabemos perfectamente de la gravedad del cuadro. Es una enfermedad exantemática que tiene además un alto potencial de difusión y que hay población de riesgo fundamentalmente en los menores de dos años», dice el infectólogo chileno.

Muertes «totalmente evitables»

La OPS envió un comunicado respondiendo a DW donde señala que «la pérdida del estatus de país libre de sarampión refleja una disminución en la capacidad de control y prevención de la enfermedad», lo que incide en una «presión adicional sobre los sistemas de salud, ya de por sí sobrecargados», y además «genera trastornos sociales y supone un retroceso en los logros de salud pública». El texto agrega que Venezuela y Brasil demostraron en 2023 y 2024 que esa pérdida puede revertirse.

La fórmula para revertir la situación la entrega Romero, quien dice que ahora es necesario contener los brotes existentes, especialmente en América del Norte, a través de planes de vacunación masiva, algo en lo que México ha avanzado.

Asimismo, propone «planear un programa sustentable y sostenible de prevención que evite que esto vuelva a suceder, y aplicar una vigilancia epidemiológica para la detección de los casos, así como realizar las medidas de contención».

Si Canadá consigue pasar 12 meses sin contagios endémicos, si demuestra haber realizado campañas de vacunación y mejora la respuesta ante posibles nuevos brotes, podrá recuperar su condición de país libre de sarampión.

También es importante, destaca Delpiano, «que los funcionarios de salud tengan en mente -sobre todo los más jóvenes, los que no se han enfrentado con estos brotes- la información necesaria sobre la posibilidad de que lleguen casos de pacientes que consulten con fiebre, exantema, compromiso respiratorio, y que hayan viajado a zonas de riesgo como el norte de América”.

Así será posible aplicar barreras de contención y frenar la propagación de una enfermedad que es prevenible y que, añade el médico chileno, «ha causado muertes totalmente evitables».