
Por: Redacción YSKL
El Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) de El Salvador registró un aumento del 5.5% en agosto de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, según cifras del Banco Central de Reserva, BCR, hasta noviembre.
El BCR atribuye el desempeño a «las condiciones de seguridad, el aumento en la confianza del sector privado, los altos niveles de inversión pública en infraestructura, el incremento del ingreso de los hogares y el mantenimiento de bajas tasas de inflación, factores que han fortalecido la producción y el consumo interno».
Según los datos arrojados por este indicador, el sector de la Construcción se destacó como el más dinámico, registrando un crecimiento del 29.8%. La expansión de la construcción tuvo un efecto multiplicador, impulsando también la actividad de Minas y canteras, que creció un 5.0%. Asimismo, las actividades de Electricidad y Agua superaron sus niveles del año anterior, reflejando tasas de crecimiento del 2.8% y 1.2%, respectivamente, a causa del incremento en la demanda tanto interna como externa.
Por otra parte, los Servicios profesionales, técnicos y personales experimentaron un crecimiento del 10.2%, impulsados por una mayor demanda de servicios jurídicos, contables, de empleo y de centros de llamadas.
Las Actividades inmobiliarias también mostraron un incremento del 5.8%, beneficiadas por el desarrollo urbanístico concentrado en el Área Metropolitana de San Salvador, especialmente en nuevos proyectos residenciales y de apartamentos.
Comercio, transporte, hoteles y restaurantes creció un 4.9%, dinamizada por el aumento en las ventas, el transporte de carga, la movilidad interna y la continua llegada de turistas internacionales, a lo que se sumó el efecto positivo del incremento de los ingresos familiares, tanto por salarios como por remesas, y el período vacacional de agosto.
Finalmente, las actividades financieras y de seguros mostraron un crecimiento del 3.8% gracias a una mayor intermediación financiera que ha facilitado la provisión de recursos tanto al sector productivo como al consumo de los hogares.
Adicionalmente, la producción de las Industrias Manufactureras registró una importante recuperación con un crecimiento del 3.2%, destacando el buen desempeño en la fabricación de minerales no metálicos (como cemento y yeso), los productos de papel e impresión con demanda regional, y la elaboración de alimentos y bebidas, incluyendo pescado, lácteos, aceites y grasas comestibles, entre otros.
Otras actividades económicas que también contribuyeron al crecimiento en este período fueron Comunicaciones y el sector Agropecuario, ambos con un aumento del 0.9%, mientras que los Servicios del Gobierno registraron una leve disminución del 1.7%.


















