Detectan productos vencidos y fallas en atención al consumidor durante verificaciones navideñas

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Por Redacción YSKL

La Defensoría del Consumidor informó que ha realizado más de 200 verificaciones a nivel nacional en distintos rubros del comercio como parte del plan “Defensoría Navideña”.

Las inspecciones se han concentrado en restaurantes, supermercados y otros establecimientos donde se comercializan alimentos, así como en comercios de ropa, calzado, telecomunicaciones, tecnología, muebles, electrodomésticos, estéticas, ópticas y ferreterías, detalló a YSKL, el presidente de la autónoma, Ricardo Salazar.

Salazar afirmó que se han efectuado más de 60 verificaciones en restaurantes y más de 30 en almacenes de ropa, calzado y accesorios.

“Tenemos una importante actividad en diferentes ámbitos del comercio”, señaló en la entrevista PUNTO DE VISTA, de YSKL.

Producto vencido: principal hallazgo

Uno de los énfasis de las inspecciones ha sido la detección de productos vencidos, especialmente en áreas donde el consumidor no tiene acceso directo a la fecha de caducidad, como cocinas de restaurantes, hoteles y tiendas de conveniencia.

Durante las verificaciones “hemos encontrado producto vencido”, indicó Salazar, una situación que calificó como delicada debido a que el cliente consume alimentos ya procesados.

Ante estos casos, la Defensoría aplica medidas cautelares que permiten la destrucción inmediata del producto vencido y la apertura de procedimientos sancionatorios.

Estas sanciones pueden derivar en multas de hasta 200 salarios mínimos, conforme a la Ley de Protección al Consumidor.

El funcionario añadió que ya se han identificado comercios reincidentes y que el objetivo principal es “corregir la práctica”, además de sancionar.

En algunos casos, explicó, se ha detectado que empresas destinan productos próximos a vencer a donaciones, siempre que se informe a los receptores sobre su condición y uso inmediato.

Obligación de contar con mecanismos de atención al consumidor

Otro incumplimiento recurrente identificado durante las verificaciones es la ausencia de mecanismos formales para atender reclamos.

Salazar señaló que esta obligación deriva de reformas legales aprobadas el año pasado y que la Defensoría ha detectado al menos 17 comercios que no contaban con estos sistemas.

“El comercio debe tener definido cómo se va a proceder ante un reclamo”, afirmó.

Esto incluye la existencia de un número telefónico, correo electrónico o canales digitales activos, así como la designación de una persona o unidad responsable de atender al consumidor.

La falta de estos mecanismos también conlleva la apertura de procedimientos sancionatorios, sin que exista un plazo de gracia previo; los establecimientos quedan expuestos a nuevas inspecciones.

Elementos mínimos que debe tener un mecanismo de atención al consumidor:

  • Un canal de contacto activo (teléfono, correo o redes sociales).
  • Identificación de la persona o unidad responsable.
  • Procedimiento definido para la atención del reclamo.
  • Tiempos de respuesta claros para el consumidor.

Verificación de balanzas y pesaje de productos

La Defensoría también ha intensificado las inspecciones sobre la calibración de balanzas utilizadas en supermercados y otros comercios donde se venden productos por peso, como frutas, verduras, carnes, lácteos, embutidos, dulcerías y cines.

Salazar explicó que estas balanzas deben cumplir con un reglamento técnico salvadoreño y contar con un certificado y una viñeta emitidos por empresas acreditadas.

En este rubro, se han realizado 72 verificaciones, de las cuales dos presentaron incumplimientos.

Aunque el porcentaje es bajo, el funcionario reiteró que “lo ideal es que todas estuvieran debidamente calibradas”, ya que la calibración tiene una vigencia limitada, generalmente de un año.

¿Cómo denunciar y qué debe verificar el consumidor?

La Defensoría recordó que la población puede reportar irregularidades como la venta de productos vencidos a través del número 910 o del WhatsApp 7844-1482.

En estos avisos, basta con enviar una fotografía del producto y la ubicación del comercio.

Además, la institución reiteró que los precios deben estar a la vista del consumidor, ya sea mediante etiquetas individuales, precios de referencia claramente identificados o sistemas electrónicos de consulta con lectores disponibles.

“Lo importante es que la información esté a disposición del consumidor”, agregó Salazar.