Por Redacción YSKL
El norovirus se ha convertido en la principal causa de diarrea a nivel mundial, desplazando al rotavirus.
Una de causales es las campañas de vacunación contra este último, explicó el pediatra, Mario Moreno Retana.
«El norovirus es la primera causa de diarrea a nivel mundial, hoy que se está vacunando contra el rotavirus», afirmó el especialista, en una entrevista con TCS Noticias.
Explicó que, aunque en muchos casos no se diagnostica por la falta de pruebas moleculares accesibles, este virus es ahora el principal responsable de cuadros de diarrea, vómitos, fiebre leve y deshidratación.
Retana destacó la importancia de actuar con rapidez para prevenir complicaciones por deshidratación.
¿Qué es el norovirus?
El norovirus es un grupo de virus responsable de la gastroenteritis, una inflamación del estómago y los intestinos que se manifiesta con síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.
En algunos casos, la infección también provoca fiebre, dolor de cabeza y malestar muscular, con una duración aproximada de uno a tres días.
La transmisión del virus ocurre principalmente a través del consumo de alimentos contaminados, como mariscos crudos o poco cocidos, frutas y verduras expuestas al virus o productos manipulados por personas infectadas.
También puede propagarse por contacto directo con personas enfermas, por superficies contaminadas y, en menor medida, a través del agua.
La falta de higiene, especialmente el lavado inadecuado de manos después de usar el baño o antes de manipular alimentos, incrementa el riesgo de contagio.
Debido a su alta capacidad de propagación, el norovirus es una de las principales causas de enfermedades transmitidas por alimentos.
Manejo y prevención del norovirus: medidas clave para evitar la propagación
El tratamiento del norovirus se centra en el manejo de los síntomas y la prevención de su propagación.
La hidratación es fundamental para evitar complicaciones derivadas de la diarrea y los vómitos, por lo que se recomienda el consumo de agua, caldos y soluciones de rehidratación oral, evitando bebidas azucaradas, con cafeína o alcohol.
En cuanto a la alimentación, una dieta leve con alimentos blandos como plátanos, arroz y tostadas es recomendable una vez que disminuyan los síntomas.
Es aconsejable evitar productos lácteos, alimentos grasos y picantes hasta la recuperación total.
El descanso adecuado favorece la recuperación, mientras que las medidas de higiene son esenciales para prevenir contagios.
Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, desinfectar superficies con soluciones a base de cloro y evitar el contacto con otras personas hasta 48 horas después de la desaparición de los síntomas son prácticas recomendadas.
En casos de deshidratación severa, síntomas prolongados o afecciones médicas preexistentes que puedan agravar la enfermedad, se recomienda buscar atención médica.
Si bien cualquier persona puede contraer el norovirus, ciertos grupos son más vulnerables, como niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
También se considera de mayor riesgo a las embarazadas y al personal de atención médica o cuidadores, quienes tienen mayor exposición al virus.
Además, los entornos donde hay convivencia cercana, como guarderías, residencias de ancianos, barcos de crucero y comunidades cerradas, favorecen la propagación del virus.



















