EEUU perfila a salvadoreño Kilmar Ábrego como «terrorista» y afirma será El Salvador que decida regresarlo. Bukele respondió: » Claro que no lo voy a hacer»

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Por: Redacción YSKL

El presidente de EE.UU., Donald Trump, alabó este lunes la labor en seguridad de su par salvadoreño, Nayib Bukele, luego de recibirlo en la Casa Blanca.

«Ha hecho un fantástico trabajo», afirmó Trump en la Oficina Oval. «Aprecio trabajar contigo, porque has combatido el crimen, como yo», añadió.

Como en otras ocasiones, el republicano criticó la política migratoria de los gobiernos demócratas que lo antecedieron. «Es cuestión de sentido común», señaló Trump, en una declaración con la que coincidió Bukele.

«Hay algo roto [en EE.UU.]», manifestó Bukele, quien mencionó el caso de un delincuente que fue arrestado seis veces en el país norteamericano y las seis veces fue liberado.

La polémica

La prensa estadounidense le preguntó por el reciente dictamen de la jueza federal, Paula Xinis, en la cual ordenó al Gobierno de Trump devolver a EE.UU. a Kilmer Armando Abrego García, deportado por un «error administrativo» al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador.

El cuestionamiento irritó a Trump, quien aseveró que algunos sectores en EE.UU. tienen una «fascinación» con presuntos criminales. En ese sentido, criticó a los medios que lo interrogaron por el controversial envío de cientos de extranjeros al Cecot sin presentar pruebas de que tengan antecedentes penales.

«No tienen credibilidad, por eso nadie los ve», añadió Trump. Mientras que, a su turno, Bukele respondió que «por supuesto» no devolverá a Abrego García a EE.UU. ni abogará por su excarcelación. «Yo no libero terroristas en mi país», subrayó.

Fue la Fiscal General, Pam Bondi, quien dijo que Ábrego pertenece a la pandilla MS 13, de acuerdo con investigaciones federales. Argumento que fue sopesado por el Subsecretario de Gabinete, Stephen Miller, argumentando que el connacional ya tenía «una orden de deportación definitiva en su contra» y que «su deportación ya estaba dictada por los mismos tribunales.

El último en tomar la palabra en la intervención fue el secretario de Estado, Marco Rubio, quien sugirió que la administración Trump no estaba obligada a acatar las órdenes judiciales para el retorno de Kilmar Abrego García de El Salvador, afirmando que «ningún tribunal de Estados Unidos tiene derecho a dirigir la política exterior del país».

«No entiendo cuál es la confusión», dijo Rubio. «Este individuo es ciudadano de El Salvador. Se encontraba ilegalmente en Estados Unidos y fue devuelto a su país».

Bukele aterrizó el domingo en la Base Aérea Andrews, en Washington D.C., para dar inicio a su visita oficial en EE.UU.

Trump escribió en sus redes el pasado sábado que ambos países trabajan «estrechamente para erradicar las organizaciones terroristas y construir un futuro de prosperidad».

La Secretaria de la Presidencia de El Salvador publicó en su cuenta de X que el «encuentro fortalecerá la cooperación bilateral entre ambas naciones».

Bukele es el primer presidente latinoamericano que es recibido por Trump en la Casa Blanca, en su segundo mandato, recoge La Prensa Gráfica citando a EFE.

El presidente B

El republicano también hizo mención al traslado de migrantes desde EE.UU. a El Salvador, donde han sido encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), sin el debido proceso, debido a que Washington los considera como criminales e integrantes de grupos delictivos transnacionales «más violentos del mundo», aunque no haya mostrado prueba de sus acusaciones, lo que ha generado malestar en varios países de la región.

«Estos bárbaros están ahora bajo la única custodia de El Salvador, una nación orgullosa y soberana, y su futuro depende del Presidente B [Bukele]».

En el contexto de esta relación que se ha estrechado durante la segunda presidencia del republicano, en días pasados, el Departamento de Estado de EE.UU. ajustó sus alertas para viajes y puso a la nación centroamericana por encima de países europeos como Suecia, por lo que quienes viajen a él deben tomar «precauciones normales«.

Esos vínculos, sin embargo, no impidieron que Trump impusiera 10 % de aranceles a quien pareciera ser su nuevo estrecho colaborador en temas de seguridad en la región, luego de que Colombia ocupara ese lugar por décadas.