Por Redacción YSKL
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, aseguró que la estructura nacional de las principales pandillas ha sido desarticulada y que un alto porcentaje de sus miembros se encuentra fuera del país.
El funcionario explicó que actualmente hay cerca de 86,000 personas detenidas bajo el régimen de excepción, de las cuales más de 8,400 fueron liberadas tras comprobarse su inocencia.
Según un informe de la Subdirección de Inteligencia de la Policía Nacional Civil (PNC), aún hay 8,548 pandilleros sin capturar.
Villatoro aclaró que esa cifra incluye tanto a pandilleros “brincados” como a otros integrantes no iniciados formalmente en las estructuras criminales, como postes, paros y chequeos.
El ministro indicó que, debido al impacto territorial del régimen de excepción, “muchos pandilleros… han sido detenidos en lugares distintos a donde operaban, como el caso de miembros de la Sailor Locos detenidos en Santa Ana”.
Agregó que otros han huido a Guatemala, México y Estados Unidos.
En ese sentido, estimó que “lo que queda en el país es inferior al 40 %”.
Sin ranfla nacional y con estructuras locales debilitadas
Villatoro afirmó que no existe actualmente una estructura de mando nacional en la Mara Salvatrucha ni en las dos facciones del Barrio 18.
“La que estaba, nadie la escucha”, declaró sobre la dirigencia de la MS-13, al tiempo que sostuvo que las clicas se han fragmentado y que “no pasa más de respetar al homeboy”.
Sobre las facciones Sureños y Revolucionarios del Barrio 18, consideró que los primeros están más debilitados.
“La Revolucionarios siempre fue como más informal, más escurridiza, más de negocios”, apuntó en entrevista con el periodista Roberto Valencia.
Listado judicial y división de estructuras
El funcionario explicó que el listado de estructuras activas no se modifica arbitrariamente, sino que forma parte de una acusación del Estado salvadoreño.
“La acusación se extiende a las 15 sillas, la ranfla histórica, la ranfla en la libre, los corredores de los 32 programas”, detalló.
Los demás casos, como los de palabreros o clicas específicas, se procesan por separado en función del territorio.
Aspecto destacado: desarticulación y número de estructuras pandilleriles según Inteligencia
- 32 programas y 230 clicas activas identificadas en la MS-13
- 38 tribus y 288 canchas entre ambas facciones del Barrio 18
- 39 grupos armados aislados, considerados en “modo de supervivencia”
- 239 causas judiciales abiertas contra clicas a escala departamental
Persistencia del régimen y amenaza latente
Consultado sobre el futuro del régimen de excepción, Villatoro dijo que no se vislumbra su final a corto o mediano plazo.
“Lo analizamos día con día”, afirmó, y consideró que se mantiene por “el respeto y seriedad que hay que tenerle al fenómeno de las pandillas”.
En cuanto a los remanentes de violencia, sostuvo que “no se puede dejar de valorar” el riesgo, especialmente por la naturaleza de la MS.
“Yo comparo con organizaciones terroristas… no es religioso, pero el vínculo es fuerte”, expresó.
Alerta por estructuras estudiantiles y menores reincidentes
Villatoro confirmó que se han identificado intentos de reorganización desde centros escolares.
Mencionó específicamente a un grupo llamado La Raza, vinculado a tres institutos públicos de San Salvador, aunque aclaró que “no tiene nada que ver con la 18”.
Sobre la Ley Crecer Juntos y el sistema penal juvenil, el ministro señaló que algunos menores que recuperaron libertad han retomado vínculos criminales.
“Estamos recapturando a estos menores cuando salen. Porque siguen siendo pandilleros”, manifestó.
Grupos armados: remanentes en áreas rurales
Respecto a los llamados grupos armados, explicó que están conformados por pandilleros que se refugiaron en zonas rurales antes del régimen.
“No esperan recibir órdenes porque no tienen a nadie que les dé órdenes. Están en modo de supervivencia”, sostuvo.
Precisó que se trata de “gente que se fue a la montaña porque ya tenía demasiadas órdenes de captura”.
Villatoro descartó que actualmente las mujeres estén siendo reincorporadas a las estructuras pandilleriles y reiteró que las principales agrupaciones están “completamente descabezadas”.
Según su análisis, el actual esfuerzo se centra en evitar una rearticulación en cualquier forma.
“Mantener el régimen consiste en mantener siempre esa guerra permanente”, aseveró.



















