Bukele desmiente con video señalamientos de maltratos a Kilmar Ábrego, cuando fue detenido en el CECOT: «Si lo torturaron y lo dejaron morir de hambre, ¿Por qué engordó? ¿Por qué no tiene moretones?»

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Por: Redacción YSKL

El caso de Kilmar Ábrego, el salvadoreño deportado desde Estados Unidos y recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), ha desatado un cruce de acusaciones entre el gobierno salvadoreño y las autoridades estadounidenses, mientras el destino legal de Ábrego sigue siendo incierto.

Este jueves 3 de julio, el Presidente Nayib Bukele de El Salvador utilizó su cuenta de X para difundir un video que, según él, desmiente las denuncias de tortura y maltrato presentadas por la esposa de Ábrego ante un tribunal estadounidense. El metraje, aparentemente filmado durante la estancia de Ábrego en CECOT, lo muestra recibiendo alimentos, acceso a entretenimiento y participando en programas de reinserción. Un segundo video acompaña la publicación, mostrando a Ábrego regresando a suelo estadounidense sin signos visibles de golpes o desnutrición.

«Aparentemente, todo lo que afirma un criminal es aceptado como verdad por los grandes medios de comunicación y el decadente sistema judicial occidental», declaró Bukele en su publicación. «Pero el hombre no fue torturado ni perdió peso. De hecho, las fotos muestran que subió de peso durante su detención. Hay abundantes imágenes de diferentes días, incluyendo su reunión con el senador Van Hollen, quien confirmó que el hombre parecía estar bien. Si lo torturaron, lo privaron de sueño y lo dejaron morir de hambre, ¿por qué sale tan bien en todas las fotos? ¿Por qué engordó? ¿Por qué no tiene moretones ni ojeras?».

Las declaraciones de Bukele buscan refutar las alegaciones que han cobrado fuerza en Estados Unidos. La esposa de Ábrego había presentado una demanda contra el gobierno del presidente Donald Trump, alegando que su esposo fue golpeado y torturado por los custodios del CECOT. Abogados de Ábrego han reiterado estas denuncias, describiendo en documentos judiciales «graves maltratos, incluyendo golpizas severas, privación severa del sueño, nutrición inadecuada y tortura psicológica» a su llegada a CECOT. Incluso han afirmado que Ábrego perdió 31 libras (14 kg) en sus primeras dos semanas de detención y fue amenazado con ser trasladado a celdas con pandilleros.

Mientras tanto, en Estados Unidos, la situación jurídica de Kilmar Ábrego sigue desarrollándose en los tribunales. Ábrego fue devuelto a territorio estadounidense después de que su deportación en marzo de 2025 fuera reconocida por las autoridades de EE. UU. como un «error administrativo». Sin embargo, a su regreso, enfrenta cargos penales por tráfico de personas. La semana pasada, un juez federal en Nashville inicialmente concedió la liberación de Ábrego bajo fianza. No obstante, en un giro de los acontecimientos, el mismo juez ordenó que Ábrego permaneciera bajo custodia, a petición de sus propios abogados, debido a la preocupación de que pudiera ser deportado nuevamente antes de que su caso de tráfico de personas fuera a juicio.

Fiscales y autoridades judiciales de Estados Unidos han emitido diversas declaraciones sobre el caso. El Departamento de Justicia de EE. UU. ha manifestado que Ábrego fue devuelto para «enfrentar la justicia estadounidense» en relación con las acusaciones de tráfico de personas.

Sin embargo, persisten las preguntas sobre la base de estas acusaciones, ya que reportes previos de seguridad nacional de 2022 indicaban que, a pesar de las sospechas de tráfico, Ábrego no fue arrestado ni imputado en ese momento. Los abogados de Ábrego han negado vehementemente cualquier vínculo con pandillas o actividades criminales, y han calificado los cargos como un intento de la administración Trump de justificar la deportación inicial.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. ha insistido, sin proporcionar pruebas, que Ábrego es un «miembro de la pandilla MS-13», una afirmación que su familia y abogados han desmentido, argumentando que Ábrego huyó de El Salvador precisamente por la violencia de pandillas. La administración estadounidense ha mantenido que Ábrego era el individuo que «legítimamente pretendían deportar porque es un inmigrante ilegal y miembro de la pandilla MS-13».

La controversia ha llevado a una senadora de Maryland, Laphonza Butler, a solicitar una investigación exhaustiva sobre cómo se produjo la deportación errónea de Ábrego y las condiciones de su detención en El Salvador.