Arzobispo Escobar Alas pide a EE.UU. detener criminalización de migrantes

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió al poder en enero pasado con la promesa de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados. (Imagen de archivo: 23.01.2025). Foto: Cortesía.

Por Redacción YSKL

El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, instó al gobierno de Estados Unidos a no criminalizar a los migrantes que, según dijo, “no hacen mal a nadie” y emigran en busca de mejores condiciones de vida para sus familias.

El esfuerzo migratorio “es honesto y sacrificado”, enfatizó el religioso, instando a las autoridades estadounidenses reconocerlo como tal, durante la Santa Misa en honor al Divino Salvador del Mundo.

“Pedimos también a nuestros gobernantes, juntamente con los gobernantes de nuestra región, encontrar modos de resolver el celo de la pobreza que aqueja a nuestra gente”, señaló Escobar Alas, atribuyendo la necesidad de migrar a políticas económicas que, en su opinión, no han respondido a las necesidades de las mayorías empobrecidas.

Las declaraciones surgen en un contexto de endurecimiento migratorio que está transformando la dinámica en la región.

Su llamado a reconocer la dignidad del migrante y atender las causas estructurales de la pobreza en América Latina contrasta con un marco normativo estadounidense que, aunque busca controlar flujos, enfrenta críticas por su impacto humanitario y social.

Cambios migratorios en EE.UU.: fianza obligatoria y deportaciones a terceros países

En paralelo a este llamado, el gobierno estadounidense ha endurecido sus políticas migratorias tras el retorno de Donald Trump a la presidencia.

Entre las medidas más recientes se encuentra un programa piloto del Departamento de Estado que exigirá una fianza de hasta $15,000 a ciudadanos de países con alta tasa de permanencia ilegal, como condición para ingresar con visa de turismo o negocios.

Este depósito, reembolsable si se cumple la duración autorizada de estadía, será obligatorio a partir del 19 de agosto y se aplicará durante un periodo de prueba de 12 meses.

Además, la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó en junio la reanudación de deportaciones a terceros países, incluso cuando los migrantes no son originarios de dichos territorios. La medida permite a las autoridades trasladar personas en situación irregular a países dispuestos a recibirlos, aun si están en litigio para evitar su expulsión.

Aspectos de las nuevas políticas migratorias estadounidenses

  • Fianza entre $5,000 y $15,000 para visas de turismo o negocios, según país de origen.
  • Deportaciones autorizadas a terceros países mientras se resuelven los casos.
  • Prohibición de ingreso para ciudadanos de 19 países, principalmente africanos, musulmanes o gobernados por la izquierda.
  • Cancelación de solicitudes de visa para algunos estudiantes internacionales.
  • Disminución del 92 % en cruces irregulares en la frontera sur, según DHS.

Impacto regional: reducción del flujo migratorio y retorno forzado

El endurecimiento de las políticas migratorias ha repercutido en el continente. Panamá, por ejemplo, reportó una reducción del 99.7 % de cruces por el Darién en abril de 2025, mientras que Honduras registró una caída del 89 % en los flujos migratorios durante el primer trimestre del año.

A la vez, ha aumentado la llamada “migración inversa”, con miles de personas retornando desde México y Estados Unidos hacia sus países de origen.

En Colombia, más de 9,000 personas han cruzado de regreso el Tapón del Darién, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo. Ante esta situación, algunos gobiernos han reactivado programas de retorno asistido, aunque organismos internacionales advierten que los países de origen no están preparados para recibir migrantes en esas condiciones.

Expertos advierten sobre efectos humanitarios y laborales

Maureen Meyer, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), advirtió sobre las consecuencias de cerrar vías legales.

“Se ha creado un clima de miedo (…) Muchos migrantes están intentando regularizarse o regresar, pero no siempre por voluntad propia”, señaló.

Amy Pope, directora de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), afirmó que el fenómeno se repite globalmente donde hay demanda de migrantes.

Sin embargo, advirtió que la falta de rutas seguras y legales de ingreso genera mayores riesgos sociales.

“Los seres humanos siempre se moverán”, señaló.

Antecedentes de discriminación en la política migratoria estadounidense

Las políticas actuales se insertan en una historia larga de exclusión racial en la legislación migratoria de Estados Unidos.

Desde la Ley de Naturalización de 1790, que limitaba la ciudadanía a personas blancas, hasta las actuales restricciones por país de origen, la discriminación ha influido en quiénes pueden ingresar y permanecer en el país.

Estas decisiones, según especialistas, tienden a mantener la composición étnica del país sin responder a la necesidad de mano de obra ni al respeto de los derechos humanos de los migrantes.