¿La guerra causa el aumento de la violencia doméstica?

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El casquillo de un misil tras los últimos bombardeos durante el conflicto militar en la región separatista de Nagorno Karabaj, en octubre de 2020. Imagen de referencia. Foto: Cortesía.
Los datos de la Fiscalía General de Armenia muestran un aumento sin precedentes de la violencia doméstica tras la guerra con Azerbaiyán. Imagen de referencia. Foto: Cortesía.

Por: DW

Armenia experimentó un alarmante aumento del 168% en los casos de violencia doméstica en 2024, que expertos en derechos humanos vinculan con las secuelas de la guerra de 2020. Este aumento refleja una tendencia global.

Armenia ha sufrido mucha violencia en los últimos cinco años. Este pequeño país del Cáucaso, con una población de aproximadamente tres millones de habitantes, fue derrotado en la guerra de 2020 contra Azerbaiyán por la disputada región de Nagorno Karabaj. Aun así, muchos armenios étnicos que vivían en la región permanecieron allí.

En los años posteriores, Armenia fue escenario de una serie de sangrientos enfrentamientos fronterizos con Azerbaiyán. Luego, en septiembre de 2023, Azerbaiyán tomó el control total de Nagorno Karabaj, lo que provocó un éxodo masivo de más de 100.000 armenios, quienes para entonces habían sobrevivido a nueve meses de bloqueo y guerra.

Muchos de los hombres armenios que habían combatido regresaron a casa con traumas sin sanar. Estos habían presenciado mucha muerte y violencia. Sin embarg, recibieron escaso o casi ningún apoyo psicológico. Su difícil situación se vio agravada por otros problemas, como la incertidumbre del conflicto aún sin resolver entre su país y Azerbaiyán.

Aumento de violencia debido al trauma y falta de apoyo en salud mental

Todos estos factores contribuyeron a un aumento drástico de la violencia doméstica. Si bien estos delitos suelen quedar sin ser denunciados debido a estigmas culturales y de otro tipo, datos de la Fiscalía Nacional muestran un aumento sin precedentes en 2024: el más alto desde que la ley armenia contra la violencia doméstica entró en vigor en 2018. Según la Fiscalía, los homicidios relacionados con la violencia doméstica aumentaron de tres en 2023 a trece en 2024.

Consultada por DW, la Fiscalía dijo que no dispone de análisis que expliquen el aumento de la violencia doméstica. Pero defensores de derechos humanos vinculan este aumento con las secuelas psicológicas de la guerra de 2020. Las cifras coinciden con el incremento de la violencia doméstica observado a nivel mundial hasta cinco años después de un conflicto.

«El aumento de casos de violencia que se manifiestan entre tres y cinco años después de una guerra se debe a una combinación de trastorno de estrés postraumático (TEPT), las consecuencias socioeconómicas de la guerra y la falta de un sistema de apoyo consistente y desarrollado», explica a DW Zara Hovhannisyan, del Centro de Apoyo a la Mujer con sede en Ereván, la capital de Armenia.

Además, el consumo de alcohol «como vía de escape» también está aumentando entre los veteranos de guerra, lo que, según Hovhannisyan, «es uno de los factores que contribuyen a la violencia».

Un 2025 con más casos de violencia doméstica

Otra defensora de derechos humanos, Karine Davtyan, fundadora y directora de la ONG Casa de los Derechos de la Mujer, comenta a DW que el aumento de los casos de violencia doméstica en Armenia se debe, en parte, a las campañas mensuales de sensibilización que llevan a cabo grupos de derechos humanos dirigidos a mujeres en todo el país. Davtyan afirma que la creciente confianza en los centros de apoyo y las ONG fomenta que se denuncien más casos.

Según datos que Davtyan obtuvo de las autoridades armenias, al 30 de septiembre de 2025 se habían registrado 1.588 casos de violencia doméstica en Armenia, superando ya el total de 1.360 de 2024.

La situación de los refugiados de Nagorno Karabaj es especialmente difícil. En el éxodo de 2023, dejaron atrás sus vidas y tuvieron que empezar de cero en Armenia o fuera de sus fronteras. Inmediatamente después del éxodo, los defensores de los derechos humanos previeron un posible aumento de la violencia de género entre los refugiados debido a la pérdida de empleos, las precarias condiciones de vida y la angustia psicológica.

Más de dos años después de su desplazamiento, Hovhannisyan sostiene que la situación seguía siendo complicada. «Muchos de los hombres que habían servido en el ejército, habían presenciado conflictos armados, pero nunca habían recibido ningún tipo de apoyo. Las mujeres siempre se habían resignado a sobrevivir y a vivir con miedo, habían guardado silencio durante años y ahora, tras haberlo perdido todo, también se encuentran en una situación de dificultades materiales y económicas. Todos estos son factores que contribuyen a la gravedad de los casos”, señala Hovhannisyan.

Violencia doméstica en otros países devastados por la guerra

Otros países que han sufrido guerras también experimentan un aumento de la violencia doméstica. Datos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) muestran que la violencia de pareja se duplicó en los cinco años posteriores al conflicto, en comparación con los periodos anteriores, durante y posteriores al conflicto en varios países de Europa del Este que han sufrido guerras.

Los datos se recopilaron mediante una encuesta realizada en abril y septiembre de 2018 en Albania, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia, Moldavia, Ucrania y Kosovo.

«La participación en conflictos bélicos y la exposición al trauma de la guerra pueden ser un factor desencadenante de episodios violentos”, señaló la red feminista Mujeres contra la Violencia en Europa en su informe de 2022. La violencia doméstica tras los conflictos no solo aumenta en número de casos, sino que también se agrava, según las conclusiones de los investigadores.

Esto también lo confirmó el informe de la OSCE de 2020, en el que el portavoz de la organización declaró a DW que «las mujeres afectadas por conflictos se enfrentan a niveles más altos de gravedad de violencia en comparación con aquellas que no están directamente expuestas a ella, particularmente entre las refugiadas, las mujeres desplazadas o las que han retornado a su lugar de origen».