Por: DW
En Brasil resuenan aún las palabras sobre Belém pronunciadas por el canciller alemán, Friedrich Merz. La ciudad que acoge la COP30 es la capital del estado de Pará, en el noreste de Brasil, una urbe de clima tropical de 1,4 millones de habitantes, la mitad de los cuales vive en favelas.
La polémica estalló cuando la prensa brasileña informó de las declaraciones que Merz hizo el martes, 11 de noviembre de 2025, tras regresar a Alemania luego de participar en la cumbre de líderes previa a la COP30, los días 6 y 7 de noviembre.
«Todos se alegraron de volver a Alemania»
En un congreso comercial en Berlín, elogió la belleza de Alemania y afirmó que toda su comitiva se había alegrado de abandonar Belém. «Pregunté a algunos periodistas que me acompañaron en Brasil la semana pasada ‘quiénes de ustedes querrían quedarse aquí. Ninguno levantó la mano», dijo Merz. «Todos se alegraron de haber regresado a Alemania de aquel lugar».
Estas palabras han caído mal en Brasil, al ser interpretadas como despectivas. «Es curioso ver cómo quien contribuyó al calentamiento global encuentra extraño el calor de la Amazonia. Un discurso prejuicioso del canciller alemán @_FriedrichMerz revela más del que lo dice que sobre lo que habla», escribió el lunes en la red social X el gobernador de Pará, Helder Barbalho. Barbalho reclamó «menos promesas y más apoyo concreto para quién protege los bosques».
Y es que Merz prometió durante la cumbre que Alemania hará un «aporte significativo» a la iniciativa brasileña de un fondo de inversiones para la protección de bosques tropicales, aunque sin mencionar una cuantía. «Lamentablemente, el canciller alemán destila prejuicio y arrogancia en su discurso, muy distinto a su propio pueblo, que demuestra en las calles de Belém su fascinación por nuestra ciudad», escribió el alcalde de Belém, Igor Normando, en un video en X.



















