El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo el domingo que convocará una reunión de emergencia con sus bases sindicales para salir al paso de un ultimátum de un dirigente opositor regional que aseguró que para el lunes decidirán las acciones que «garanticen» la salida del poder del mandatario.
Aunque las calles de la mayor parte de la nación andina han estado tranquilas por la fiesta de fin de semana del día de los santos y de los muertos, el discurso del oficialismo y de la oposición parecieron radicalizarse en las últimas horas.
En Santa Cruz, el centro agrícola e industrial del país, el presidente del Comité Cívico, Luis Fernando Camacho, dijo el sábado por la noche que daba un plazo de 48 horas para que Morales renunciara al cargo, caso contrario el lunes los opositores «vamos a tomar determinaciones y vamos a garantizar de que él se vaya».
Morales, de 60 años y el presidente que en la región lleva más tiempo consecutivo en el cargo desde el 2006, dijo estar sorprendido por las declaraciones de Camacho.
«Tengo informaciones que mañana instalarán grandes pantallas (en Santa Cruz), allí decir cómo lo van a sacar al Evo. Yo tengo mucha confianza en el pueblo boliviano y en nuestro proceso de cambio», dijo el mandatario en una entrevista con una radio indígena de La Paz y transmitida por la televisión estatal.
El domingo «voy a pedir una reunión de emergencia con nuestros dirigentes sindicales nacionales, la COB (Central Obrera Boliviana), Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), otros sectores sociales para (…) planificar qué» hacer frente a lo dicho por Camacho.
Ya «esta mañana de emergencia, rapidito, nos hemos reunido con el vicepresidente (Alvaro García Linera), con algunos ministros, hay una reunión permanente para hacer una evaluación» de lo sucedido en Santa Cruz, en paro desde hace 12 días.
El mandatario dijo que cada día de inactividad en Santa Cruz genera pérdidas por tres millones de dólares. En las manifestaciones surgidas hace dos semanas y hasta ahora han sido detenidas mas de 200 personas y dos han muerto, según la Defensora del Pueblo, Nadia Alejandra Cruz.
«Hago un llamado a defender la patria (…). Hago un llamado a la oposición: no nos enfrentemos entre bolivianos», agregó el mandatario, ratificando que los pedidos de nuevas elecciones o de su renuncia son un plan de golpe de Estado de parte de sus adversarios.
Opositores, reunidos en la coalición Comité por la Defensa de la Democracia (Conade), tenían previsto reunirse el domingo en La Paz para decidir nuevas acciones de presión al gobierno en medio de denuncias de fraude en los comicios del 20 de octubre que dieron la victoria a Morales y desataron las protestas.
Via: Voz de America