La Ministra de Turismo, Morena Valdez, explicó que este sector ha tenido pérdidas en el país de cerca de $960 millones hasta la fecha, cantidad que se estima solo por la pandemia de COVID-19, por lo que se continúa en recopilación de datos por los daños en centros turísticos causados por la Tormenta Tropical Amanda y Cristobal.
De acuerdo con Valdez, los cinco rubros del turismo han sido afectados y serán los últimos en incorporarse en la reactivación económica; es decir, la alimentación, relativa a los restaurantes y bares; el alojamiento, recreación, infraestructura turística y transporte turístico.
Además, la funcionaria afirmó que los daños en el turismo represetnan un retroceso de cerca de 10 o 15 años, «es una pérdida de cerca de 900 millones sin tomar en cuenta las pérdidas de infraestructura», refiriéndose a los centros turísticos por derrumbes o deslizamientos de tierra producto de las fuertes lluvias.
Valdez expuso que el 2019 había cerrado con un incremento del 16% en las divisas por el crecimiento de visitas turísticas que representó $1,700 millones, fruto de 2.6 millones de turistas; los cuales enfatizó que no solo provenían de los países de centroamérica debido a la expansión del mercado turístico de El Salvador.
Sin embargo, con las dos emergencias (pandemia y lluvias) se estima que el año podría finalizar con un millón de visitantes y una pérdida del 80%.
«Tenemos que trabajar en una hoja de ruta, ya la tenemos, la estamos construyendo en conjunto con el sector privado», expresó.
La Ministra estableció que los pilares en los que se plantea la rehabilitación del sector son los protocolos de seguridad, liquidez, la infraestructura turística y la inteligencia de mercado, «debemos recopilar insumos para posicionar nuevamente a El Salvador», por lo que el turismo interno será la base fundamental en la reapertura económica.
«Esta semana se están terminando de formar los protocolos de bioseguridad», aseguró.
Daños por lluvias
Por su parte, la Presidenta del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), Eny Aguiñada, hizo el recuento de daños en los 14 parques recreativos de El Salvador.
El caso más emblemático es el Parque Los Chorros, el cual registra la pérdida de cuatro piscinas, pues quedaron soterradas por los deslizamientos de tierra.
«Hay daños severos en el nacimiento de agua que abastecía a las piscinas, y daños en los puestos de comida», agregó.
Por lo que se estima una inversión de $2 millones para su reestablecimiento, donde se deben establecer diseños de obra en las condiciones de bóveda, nacimiento de agua y sistemas hidráulicos eléctricos.
En cuanto al Parque Walter Thilo Deninger, el segundo más afectado, acotó que se registraron inindaciones que solo dañaron parte de las bodegas y áreas administrativas por el desborde del Río Amayo. Otros centros solo registran inundaciones en zonas verdes como Amapulapa y el Parque Balboa. Aún continúa la recopilación de datos.
«Estos daños solo se comparan con los terremotos de 2001», añadió la Ministra Valdez.
La titular de Turismo mencionó que también se han reportado afectaciones en la Ruta de Las Flores en el occidente; carretera al Boquerón y Conchagua en La Unión, «me pongo a la disposición a través del número 7939-3168».