Mitos y realidades de la vacuna contra el COVID-19

Imagen de referencia.
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Por: Voz de América

Ahora cuando más del 30% de los estadounidenses están completamente vacunados y la cifra de nuevos contagios parece aumentar en algunos estados de la unión americana, las autoridades sanitarias de Estados Unidos vuelven a hacer un llamado para respetar las normas básicas de cuidado como el uso del tapabocas, la debida distancia física y el lavado frecuente de manos. A la par, insisten en la vacunación como el método más eficaz para ganarle la batalla a la pandemia de COVID-19.

En Foro de la Voz de América, conversamos con el Dr. Carlos Torres Viera, quien es médico epidemiólgo y especialista en enfermedades infecciosas. Ante la repentina suspensión de la vacuna de Johnson & Johnson, por informes de ser la posible causante de coágulos sanguíneos, el doctor Torres señala que, al contrario de lo que se pueda pensar, este fármaco es bastante efectivo para prevenir la infección. “Todo medicamento que uno toma tiene riesgo de producir algún efecto adverso. En este caso, el riesgo de trombos, y estamos calculando en menos de uno en un millón porque se han aplicado casi siete millones de vacunas de Johnson & Johnson. Entonces el riesgo es bastante bajo”.

El doctor Viera Torres incluso explica que pastillas anticonceptivas también podrían  representar un riesgo de cuadros de trombos, en una mayor posibilidad que la vacuna. Aparte de que “hay muchísimo más riesgo que por no colocarse la vacuna, la persona contraiga COVID-19, que incluso podría conducirlo a la muerte”.

¿Puede la vacuna alterar el ADN?

Es una pregunta bastante común y la respuesta es: no.

Dice el doctor Viera Torres que ninguna de las vacunas disponibles para el COVID-19, altera la esencia molecular de ninguna persona. “La vacuna no entra al núcleo donde está el ADN del individuo y no se incorpora al ADN del individuo. Las vacunas tienen una estructura de ADN, como es el caso la de Johnson & Johnson y AstraZeneca, o de ARN, que es el caso de la vacuna de Pfizer y Moderna. Estas estructuras permanecen en el cuerpo por un periodo de tiempo muy corto, suficiente para estimular el sistema inmune y luego el mismo sistema inmune se encarga de metabolizar o destruir estos componentes de la vacuna y no permanecen en ninguna parte del cuerpo”

¿Puede una madre transmitir la inmunidad de la vacuna a través de la leche materna?

Es algo que aún está en estudio, señala el doctor Torres Viera.

“No le transmite la molécula de la vacuna al bebé – explica – Lo que sí transmiten, probablemente, son los anticuerpos al bebé, como ocurre con otras enfermedades. Madres que han sido vacunadas, por ejemplo, contra con el sarampión o tienen anticuerpos contra el sarampión, contra la varicela o la lechina, y otras enfermedades virales que tienen esos anticuerpos, se lo transmiten al niño. Por eso que amamantar al niño es tan beneficioso porque le provee, en los primeros seis meses o los primeros meses de vida de ese niño, anticuerpos generados por la madre que van a prevenir la infección en el niño que todavía no tiene un sistema inmune desarrollado”.