Estados Unidos ante encrucijada de compartir vacunas con el mundo.

En un momento en que el suministro de vacunas contra COVID-19 está superando la demanda en Estados Unidos, aumentan los llamados para que comparta el excedente con las naciones pobres del mundo.

Muchos países como Honduras han recibido apenas 59.000 dosis de vacunas para una población de 10 millones de personas. Sucede de una forma similar en África, donde solo han llegado 36 millones de dosis para 1.200 millones de personas, y en algunas partes de Asia.

En Estados Unidos, más de una cuarta parte de la población, unos 90 millones de personas, ya han sido completamente vacunadas y la cantidad de vacunas están elevada que algunos estados están planeando rechazar nuevos envíos del gobierno federal. Por lo que esta situación está generando cada día más llamados para que Estados Unidos comience a enviar vacunas a los países pobres.

El mes pasado, Estados Unidos compartió 4 millones de dosis con Canadá y México, y la semana pasada Biden dijo que ambos países recibirían más. También se incluyó a las naciones de Centroamérica, pero hasta ahora no se han revelado planes ni detalles.

La actitud de Estados Unidos con el reparto acceso de vacunas para los países pobres ha creado una oportunidad para China y Rusia, que han prometido millones de dosis de sus vacunas a otros países. El canciller chino, Wang Yi, dijo este mes que Beijing se opone al “nacionalismo de vacunas” y que las vacunas deben convertirse en un bien público global.

Estados Unidos ha sido blanco de críticas por bloquear el acceso de otros países a las vacunas, incluso con la ley que le da a Washington una amplia autoridad para dirigir a las compañías privadas a cumplir con las necesidades de la defensa nacional.

Por otra parte, el reporte anual del Departamento de Salud y Recursos Humanos de 2020 tiene una sección titulada “Combatiendo las influencias malignas en las Américas” en que dice que convenció a Brasil para que no comprara la vacuna rusa.

La Embajada de Estados Unidos negó haber presionado a la agencia reguladora de vacunas en Brasil, la cual no había aprobado aún la vacuna rusa Sputnik V. Desde el 13 de marzo, Brasil ha estado tratando de negociar envíos de vacunas excedentes en Estados Unidos, según la Cancillería.

Otra preocupación es que Estados Unidos pudiera estar vinculando las vacunas a otros esfuerzos diplomáticos. El préstamo de 2,7 millones de dosis de vacunas de AstraZeneca de Washington a México el mes pasado se anunció el mismo día en que México reveló que ayudaría a restringir los cruces en la frontera con EE. UU.

Fuente VOA.