
Por: Redacción YSKL
En el marco del Día de la Hispanidad, organizaciones ambientales y derechos humanos exigieron al Ministerio de Cultura el cumplimiento de la ley, ante el deterioro del legado cultural indígena del Sitio Arqueológico Tacushcalco, ubicado en el Cantón Los Cerritos, de Nahulingo, Sonsonate.
Los colectivos de organizaciones se pronunciaron este martes, sobre la falta de protección del área arqueológica y el Río Ceniza, en Metapán, que, tras cuatro años de litigio legal, la empresa Inmobiliaria e Inversiones Fénix S.A. de C.V. continúa construyendo residenciales en la zona, con el silencio de la cartera de Cultura.
Los demandantes aseguran que la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural del ministerio, aplicó a la empresa Fénix S.A., una sanción administrativa de 999 salarios mínimos, cuyos motivos se desconocen. Esto con el “fin de reducir responsabilidad de la empresa frente al proceso legal en curso”, y supuestamente, estaría siendo aprovechado por la constructora para ampararse en una sanción administrativa y así evitar la sanción penal y civil, por no acatar las órdenes de suspensión de la obra.
Por tanto, pidieron a los jueces del Tribunal Segundo de Sentencia de Sonsonate, acelerar una sentencia en firme y resguardar la integridad del sitio arqueológico, que ostenta la declaratoria de Bien Cultural desde 1997.
Ariela González, abogada de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), aseveró que el Ministerio de Cultura, estaría favoreciendo a la empresa, al retirarle a Tacuschcalco las medidas de protección sin ningún fundamento técnico-arqueológico, aunado a que uno de los jueces fue separado por las reformas a la Ley de la Carrera Judicial.
“Consideramos muy preocupante la situación porque existen en el sitio arqueológico contextos históricos, inclusive estructuras y materiales culturales en el subsuelo del inmueble, sobre el que se construyó la urbanización y que están siendo ignorados por el Ministerio de Cultura. A eso sumémosle que la institucionalidad se afectó por el golpe a los jueces, que reconfiguró los tribunales de justicia, y estaría dando paso a gente que no conoce de la causa y resuelva en favor de Fénix”, matizó.
La empresa habría detenido las obras en un primer momento, pero luego retomaron las actividades en el área construyendo 604 viviendas, conocida como Acrópoli Sonsonate, en marzo de 2017, sin contar con los permisos de Cultura y del Ministerio de Medio Ambiente.
Fénix tampoco contaba con una planta de tratamiento de aguas residuales, por lo que orientó el cauce de estas al Río Ceniza, que ya evidencia contaminación de los pozos que ocupan las comunidades de Nahuilingo para abastecerse de agua.
Medio Ambiente ordenó en 2018, la suspensión de obras en el proyecto, sacar maquinaria y solventar procedimientos administrativas. Sin embargo, el 25 de enero del 2021, el Ministerio de Cultura dejó sin efecto las medidas que protegían al sitio permanentemente que le abrió la puerta a Fénix para continuar construyendo.
Tacuscalco está protegido por la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador (LEPPCES), y es considerado como el último de los vestigios de la civilización pipil, que datan desde hace 3 mil años. El lugar fue conocido como un centro de armas por indígenas salvadoreños y los invasores españoles. Según las organizaciones indígenas, el inmueble está registrado en las cartas que Pedro de Alvarado le enviaba a Hernán Cortez y también aparece en el Lienzo Tlaxcala.


















