¿Cuánto gastan los centroamericanos en migrar a EE. UU.?

"La pobreza, la inseguridad alimentaria, los choques climáticos y la violencia" empujaron a un promedio anual estimado de 378.000 centroamericanos a migrar a EE. UU. durante los últimos cinco años. [Foto: cortesía del Programa Mundial de Alimentos].

Por: Voz de América

Los migrantes irregulares provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica habrían pagado, de promedio, unos 7.500 dólares por persona a «coyotes» para llegar a territorio estadounidense.

Unos 2.200 millones de dólares es lo que migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica gastan cada año para llegar a Estados Unidos, huyendo de la “pobreza, la inseguridad alimentaria, los choques climáticos y la violencia”, revela un estudio multiagencial.

La investigación, realizada en conjunto por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Instituto de Política Migratoria (MPI) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), también desglosa cuánto se destinó a la migración regular e irregular.

Según el MPI, un estimado de 378.000 centroamericanos migraron a Estados Unidos durante los últimos cinco años, de éstos “la mayoría” o el 55%, “habrían contratado a un traficante a un costo promedio de 7.500 dólares por persona”. Mientras que la migración a través de las vías legales apenas llegaba a un 11% y “tuvo un costo por año de 4.500 dólares”.

En conjunto, aquellos que han integrado las caravanas o viajan por cuenta propia reportan un gasto aproximado de 230 millones de dólares.

EE. UU. destino previsto

El estudio revela que “para el 89% de personas, Estados Unidos era el destino previsto” y que existe una estrecha relación, entre la migración desde Centroamérica, y “la inseguridad alimentaria” que prevalece en esta región.

“Estamos viendo un éxodo desde Centroamérica porque el hambre y la desesperación obligan a muchos a migrar en busca de una vida mejor”, explicó el director Ejecutivo del PMA, David Beasley.

De acuerdo con Beasley, la separación familiar y la pérdida de las comunidades debido a “la pobreza, el cambio climático y ahora la COVID-19 han dejado a muchas personas sintiendo que no tienen más remedio” que migrar y que, pese a que los programas de la institución a la que pertenece apoyan ofreciendo a estas comunidades “medios de vida sostenibles”, el dinero no es suficiente.

La investigación apunta que los flujos migratorios, que han aumentado en gran medida en los últimos dos años, “se vieron afectados por la violencia y la inseguridad, así como por los choques climáticos”, que han impactado en el Corredor Seco centroamericano.

Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute hizó un llamado a los Estados a a implementar “una estrategia que vaya más allá de la ejecución de acciones unilaterales” y a ver más allá de las causas que impulsan la migración.

Entre algunas de las recomendaciones hechas dentro del informe se exhorta a “que Estados Unidos y otros países de destino de migrantes en la región amplíen las vías legales para los centroamericanos”, como la ampliación de programas de visas de empleo temporal.

“Llevamos años implementado políticas migratorias de contención de la migración, que han probado ser insuficientes. De allí el gran valor de este estudio, que presenta evidencia de que la migración en la mayoría de los casos es un mecanismo de supervivencia y no el ejercicio voluntario de un derecho”, dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, luego de presentarse la investigación.

Esfuerzos en la región

La presentación del estudio coincide con la celebración de la IV Reunión Anual del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), que busca abordar las crisis de desplazamiento que enfrentan los países de Centroamérica y México.

En el evento, que inició este martes en la Antigua Guatemala, participan representantes de Guatemala, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México y Panamá; además de Canadá y Estados Unidos.