El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández ya está en Nueva York para ser presentado ante el Juez Federal

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Fuente: VOA.

El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández llegó el jueves por la noche a Nueva York, Estados Unidos, donde responderá por supuestos delitos de tráfico de drogas, tenencia y portación armas y otros cargos que le imputan los fiscales federales del Departamento de Justicia de dicho país.

El expresidente responderá a cargos en la corte federal del Distrito Sur en Nueva York, Hernández ha dicho y sostiene que es inocente.

En comunicado emitido la noche del miércoles, previo al traslado de Juan Orlando Hernández, la familia hizo una declaración pública y ofreció algunos anuncios sobre el caso.

“Reiteramos a la comunidad nacional e internacional la inocencia de Juan Orlando Hernández, víctima de la venganza de los narcotraficantes que él mismo extraditó o que obligó a huir a Estados Unidos a buscar acuerdos con la fiscalía norteamericana para reducir sus penas a cambio de, y en base a mentiras acusar al expresidente de cometer actos reñidos con la ley de ese país, mentiras que van a ser desvanecidas por el equipo de defensa”, indicó el comunicado.

Peritos en la materia han dicho que de ser encontrado culpable podría enfrentar hasta 40 años de prisión federal en Estados Unidos, pero todo indica que de partida el exmandatario -que gobernó Honduras entre 2013 y 2022- se declarará inocente de todos los cargos.

En cambio, la justicia estadounidense señala al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, de abusar su posición como mandatario para convertir al país en un “narco-Estado”, utilizando dinero del narcotráfico para financiar sus campañas y comprar votos y traficando 50 toneladas de cocaína.

El secretario de Justicia de EEUU, Merrick Garland, presentó el jueves la acusación formal contra el expresidente hondureño Juan Orlando, horas después de que el exmandatario fuera extraditado hacia el país norteamericano.

Hernández enfrenta tres cargos criminales —uno por conspirar para importar cocaína a EEUU y otros dos por uso y conspiración para el uso de armas de fuego— como parte de una conspiración de narcotráfico. De ser encontrado culpable, el expresidente enfrenta una pena máxima de vida en prisión.