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Por: Redacción YSKL
Con el propósito de contribuir a la promoción y el rescate de la cultura salvadoreña, los diputados de la Asamblea Legislativa declararon el 6 de septiembre de cada año como Día Nacional del Añil.
Esta conmemoración busca reconocer el trabajo que cientos de artesanos y emprendedores realizan para promover la cultura el país, a través del arte añilero, destacó la diputada de Nuevas Ideas, Marcela Pineda.
“Recibimos a los artesanos que se dedican a la producción, la fabricación y la comercialización del añil. Les agradecemos porque nunca dejaron morir esta tradición”, expresó la legisladora durante la discusión de la iniciativa.
Según decreto, en la actualidad, la producción de añil ha permitido el surgimiento de cientos de talleres de producción y enseñanza en diferentes municipios del país, entre ellos: Chalchuapa, en Santa Ana; Izalco y Nahuizalco, en Sonsonate, Suchitoto, en Cuscatlán, así como en Santiago Nonualco, Zacatecoluca y San Juan Nonualco, los tres de La Paz.
La iniciativa para establecer el Día Nacional del Añil fue liderada por diputados de Nuevas Ideas y, durante su estudio, la Comisión de Cultura recibió aportes de artesanos y emprendedores de diversas zonas del país, quienes agradecieron el respaldo de la nueva Asamblea Legislativa para designarle una fecha a este sector.
“En la Comisión de la Mujer recibimos a la Cooperativa Arte Añilero y ellos nos expresaban que buscaron apoyo en las anteriores legislaturas, pero les negaron la ayuda. Hoy, las cosas han cambiado, en la nueva Asamblea hemos abierto las puertas a este sector para escuchar sus necesidades y darles solución”, mencionó la diputada Lorena Fuentes.
La historia del añil
El añil fue el producto agrícola alrededor del cual giró la economía de El Salvador durante más de 300 años, reflejados desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XIX.
Con el paso de los años, el añil se convirtió, junto al café, en el producto líder en las exportaciones salvadoreñas. Sin embargo, la aparición de los tintes industriales a finales del siglo XIX provocó la decadencia de dicha industria, arruinó los obrajes de procesamiento y socavó la tradición. Al finalizar la guerra civil se fueron creando espacios para tratar de revertir esta situación.
