
Por Redacción YSKL
Padres de familia del Centro Escolar República de Argentina, en el Centro Histórico de San Salvador, expresaron su preocupación este lunes ante la falta de una respuesta oficial del Ministerio de Educación (MINED) sobre el futuro de dicha escuela, ante el anuncio de su cierre para finales de octubre, supuestamente con el objetivo de construir un parqueo en el lugar.
Desde inicios de octubre, los padres fueron notificados sobre el cierre y la demolición del edificio.
La situación generó incertidumbre, ya que, de acuerdo con las declaraciones brindadas a YSKL, no se han ofrecido opciones claras para la reubicación de los estudiantes ni información precisa sobre el cierre.
La falta de una respuesta formal generó que algunos padres a intentaran dialogar con el respectivo representante departamental del MINED, aunque sin éxito.
“Quedamos en que nos iban a atender, llamamos y nos dijeron que sí, pero luego nos dicen que no”, comentó un padre de familia, señalando que aún desconocen el motivo de esta falta de atención.
Además, indicaron que, aunque la escuela ha comenzado a vender fichas de matrícula y cuenta tela para uniformes, persiste el temor de que el cierre se concrete en el 2025, dependiendo de la cantidad de alumnos inscritos.
Por otro lado, algunos padres también señalaron que se les ha comunicado que la matrícula mínima debe alcanzar los 200 estudiantes para garantizar el funcionamiento del centro en el próximo año, lo cual ha causado confusión e incertidumbre.
“Muchos padres no están al 100% seguros. Hay algunos que, me imagino, se van a retirar del centro porque, como no hay algo realmente concreto”, expresó una madre.
En cuanto a la dirección del centro, los padres manifestaron descontento debido a la falta de información y orientación en medio de la incertidumbre.
Según una madre de familia, el director no ha convocado a los padres a ninguna reunión para aclarar la situación, lo que ha generado malestar entre los miembros de la comunidad educativa.
Los afectados habían solicitado previamente que la escuela sea declarada patrimonio y que se revise el proyecto de modernización, destacando que el cierre impactará negativamente en los niños.
Según uno de los padres, durante una reunión sostenida el pasado 5 de octubre, “nos convocaron urgentemente para informarnos sobre la demolición de la escuela, pero no nos han dado soluciones”.
Para entonces, también se les indicó que el año escolar terminaría antes del 31 de octubre, lo que, para los padres, representaba una dificultad adicional para encontrar alternativas educativas en corto tiempo.