Por: DW
Un nuevo ataque del ejército de Estados Unidos contra una lancha que supuestamente estaba cargada de droga en el océano Pacífico oriental causó la muerte de cuatro personas, según informaron autoridades estadounidenses.
El ataque, con el que el número de muertos sube a 87 por este tipo de ofensiva en el Pacífico y el Caribe, tenía como objetivo una «embarcación en aguas internacionales operada por una organización designada terrorista».
«Los servicios de inteligencia confirmaron que la lancha transportaba narcóticos ilícitos y transitaba por una ruta conocida de narcotráfico en el Pacífico oriental», afirmó el Comando Sur de Estados Unidos en una publicación en X.
«Cuatro narcoterroristas varones a bordo del barco murieron», añadió.
La publicación incluía un video que mostraba una lancha de varios motores cruzando el mar a gran velocidad antes de ser impactada por una explosión que dejó la embarcación en llamas.
La publicación afirma que la orden del ataque fue dada por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien se encuentra en el ojo del huracán mediático luego de que el Washington Post revelara que en septiembre las fuerzas estadounidenses ordenaron un segundo ataque contra una embarcación en el Caribe para eliminar a dos sobrevivientes de un prime disparo.
Las fuerzas armadas no han dado detalles de la organización criminal que supuestamente operaba el bote en esta ocasión.
Este mismo jueves, el almirante Frank Bradley compareció en una reunión a puerta cerrada con el comité de fuerzas armadas del Senado que investigan la legalidad de las acciones militares de la campaña antinarcóticos del presidente, Donald Trump.
Trump aseguró esta semana que se preparan para iniciar operaciones en territorio venezolano para eliminar objetivos ligados al narcotráfico.
La campaña de Trump cerca de Venezuela y Colombia ha levantado acciones legales por posibles violaciones a derechos humanos, como la demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el abogado del presidente colombiano, Gustavo Petro, presentó por la posible ejecución extrajudicial de un pescador en el Pacífico durante una de las operaciones estadounidenses.



















