Retoman excavaciones en búsqueda de víctimas de la masacre del Sumpul

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Imagen de referencia.
Imagen de referencia.

Por: Redacción YSKL

Organizaciones de derechos humanos informaron que la Fiscalía General de la República y el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango, retomaron las excavaciones en la zona conocida como Plan de Las Aradas, en el Cantón Yurique en Ojos de Agua, del referido municipio.

En el lugar se encuentran enterrados al menos unas 100 osamentas producto de la conocida matanza de la masacre del Sumpul, en mayo de 1980.

La diligencia se realiza con base a testimonios de sobrevivientes, que señalaron que miembros del Ejército enterraron a hombres, mujeres y niños, que fueron asesinados, tras un operativo de tierra arrasada que ejecutó la Fuerza Armada.

Alejandro Díaz, de Tutela Legal «María Julia Hernández», aseguró que el proceso concluirá el viernes. «Hay muchos testigos que conocen esa situación (ahí) anda uno de ellos, va a señalar el lugar y se va a buscar restos de las víctimas», explicó.

El caso se realiza con base al Código Procesal vigente en la época de la comisión de los hechos.

Los implicados

La Masacre tuvo lugar entre el 13, 14 y 15 de mayo de 1980, tras el estallido de la Guerra Civil en el país y donde se estiman 600 víctimas que constan en el proceso penal, asesinadas por la Fuerza Armada (FAES), la Guardia Nacional y paramilitares de la Organización Nacional Democrática (ORDEN).

El proceso se conoce en el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango, donde están implicados los siguientes militares: José Guillermo García, exministro de Defensa y Seguridad pública (también enfrenta una acusación por la Masacre de El Mozote); coronel Nicolás Carrazas, subsecretario de Defensa y Seguridad Publica; y al teniente coronel Francisco Adolfo Castillo.

El pasado 29 de abril, el Instituto de Medicina Legal entregó osamentas a los familiares de seis personas, que fueron exhumadas en el Cantón Llano Grande de Concepción Quezaltepeque, Chalatenango. Miriam Alas, representante de la La Asociación para el desarrollo de El Salvador (CRIPDES), consideró que los hallazgos de los restos ponen en evidencia el crimen.