El gobierno ha colocado a la fecha 900 millones de dólares en Letras del Tesoro (LETES), lo cual supone una de las operaciones más altas de emisión de títulos en los últimos años.
Se trata de la contratación de deuda sin que esta pase por la aprobación de la Asamblea Legislativa, pues los LETES vienen a significar la tarjeta de crédito del estado; el presidente de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), Raúl Cardenal dijo que previo a la crisis, el gobierno colocó 600 millones de dólares para enfrentar el déficit del presupuesto fiscal que se aprobó para este ejercicio fiscal 2020.
Ya el marco de la crisis sanitaria por el coronavirus hizo otra colocación de LETES para financiar la entrega del bono de los 300 dólares para el sector informal afectado por la pandemia, aunque el gobierno en su momento dijo que obtuvieron liquidez a través de transferencias.
“El Gobierno pidió un apoyo previo a la crisis, para apoyo presupuestario con el propósito de que en la eventual emisión de bonos se iban a cancelar. No todo lo que han comprado los bancos en LETES han sido para la crisis, si no que incluía ya el déficit que traía el presupuesto ordinario; sí han habido financiamientos adicionales, para poder hacerle frente al pago del bono de $300 dólares a las personas del sector informal”, afirmó.
De acuerdo al presidente de ABANSA, en el lapso de tres meses el gobierno ha alcanzado un elevado nivel de endeudamiento el cual llega a los 4 mil millones de dólares, aquí se incluyen los dos mil millones de dólares que les autorizó la asamblea, los mil millones para financiar las medidas económicas, entre otros compromisos.
“El nivel de endeudamiento previo a la crisis ya era relativamente elevado, entonces sí es necesario tener en cuenta que con todos los préstamos que se están aprobando, va a llevar el nivel de endeudamiento a un nivel superior y que de alguna manera esto las calificadoras de riesgo lo toman en cuenta cuando analizan la capacidad de pago de préstamos del país a futuro”, añadió.
La deuda se coloca a varios plazos, pero como país es obligación cancelarla, aunque el Gobierno no ha dispuesto el origen del pago, el jefe gremial advirtió que esto va vinculado al despegue económico del país tras la pandemia COVID-19.
Ante el panorama actual, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una disminución del producto interno bruto (PIB) del 5%, el resto está en lograr que la economía repunte.
El riesgo país alcanza una nueva escala por el nivel del endeudamiento.