Carlos Ernesto Escobar Mejía de 58 años de edad, perdió la batalla del COVID-19, el pasado miércoles luego que fuera remitido a un hospital desde un centro de detención del Servicio de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) por sus siglas en inglés.
La Cancillería de El Salvador confirmó que el compatriota –originario de Jiquilisco, Usulután-, se mantuvo con un respirador durante siete días, luego que en el Centro de Detención Otay Meza de la Ciudad de San Diego, California, diera positivo al mortal coronavirus.
Escobar, quien migró al país norteamericano en 1980, y fue detenido el pasado 3 de enero por cargos penales; se convirtió en el primero en custodia de inmigración en todo el país en morir por COVID-19.
El consulado salvadoreño en Los Ángeles ha brindado el acompañamiento requerido a la familia de Escobar Mejía, y ha enviado una nota al ICE en la que solicitó evidencias del caso.
Además se hacen indagaciones si en Otay Meza tienen más connacionales detenidos.
Esa instalación se ha convertido en el mayor punto crítico del virus en todo el país entre los centros de detención de inmigrantes, según un reporte de Chicago Tribune.
Hasta el martes por la tarde, 202 personas en custodia allí habían dado positivo – 136 detenidos del Servicio de Inmigración y Aduanas y 66 reclusos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos – según los registros de la instalación obtenidos por The San Diego Union-Tribune.
El precinto tiene una demanda en curso por parte de la Unión Americana de Libertades Civiles, un juez federal ordenó a ICE que revisara los casos de los detenidos que son médicamente vulnerables al coronavirus y que pusiera en libertad a tantos como fuera posible.
Escobar Mejía estaba en la lista de ICE, pero ya se encontraba en el hospital.
El salvadoreño padecía de diabetes, lo que complicó su condición.