En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, el Gobierno de los Estados Unidos emitió nuevas medidas migratorias y legales contra funcionarios señalados de violar derechos fundamentales contra sus pueblos.
En ese sentido, el Departamento de Estado (el equivalente a la Cancillería salvadoreña) ha designado este jueves, a 17 funcionarios de Gobiernos extranjeros, entre ellos El Salvador, que han participado en graves abusos de los derechos humanos; uno de los que destaca en la lista es el Coronel Antonio Almendáriz, actual Diputado de la Asamblea Legislativa por el partido PCN.
Al castrense le adjudican su participación en una “flagrante violación” de derechos humanos en torno a la ejecución extrajudicial de la Doctora de origen español, Begoña García Arandigoyen, asesinada el 10 de septiembre de 1990 mientras ofrecía servicios médicos en momentos que el Ejército salvadoreño se enfrentó a una columna de la guerrilla del FMLN, en Santa Ana. La galena, de 24 años en aquel entonces, estaba embarazada de 7 meses.
La autopsia reveló que la mujer recibió 6 disparos, uno de ellos en la nuca; el crimen, que fue recogido en el informe de la Comisión de la Verdad de 1991, estableció que las balas correspondían a un arma asignada a miembros de la Segunda Brigada de Infantería, que para aquel entonces, los mandos inmediatos eran Almendáriz, en su calidad de Teniente Coronel, y el Teniente Salvador Hernández García.
Washington determinó, con base a la sección 7031 de la Ley de Apropiaciones del Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados de 2020, que Almendáriz y su grupo familiar no podrán ingresar a suelo norteamericano. “Estados Unidos condena todos los abusos de los derechos humanos perpetrados por ambos lados de la brutal guerra civil en El Salvador, incluidos los cometidos por actores gubernamentales y no gubernamentales”, señala el comunicado del Departamento de Estado.
El periodista Laurent Sanchis publicó un reportaje en el año 2007, que la brigadista fue herida, pero capturada viva por los militares salvadoreños. Después, fue ejecutada con un tiro en la nuca, además de recibir otros cinco disparos en el cuerpo y sufrir roturas del fémur y los dos brazos.
La joven, de origen Vasco, formaba parte del personal sanitario de aquella columna guerrillera que fue acribillada a tiros en los cafetales de las faldas del volcán Santa Ana.
La Comisión destinó un apartado especial a la ejecución extrajudicial de la joven: «dichos oficiales encubrieron el hecho» con la colaboración de la tercera comandancia de la Policía Nacional, así como los peritos y las autoridades judiciales que reconocieron el cuerpo sin vida.
La radio Venceremos, emisora del FMLN, informó de que «Begoña García, compañera internacionalista de origen vasca, fue asesinada salvajemente por el Ejército en un hospital de campaña en el cantón La Montañita, del departamento de Santa Ana, el pasado 10 de septiembre…».
El 21 de septiembre de 1990, y tras permanecer enterrado cuatro días en una fosa común en El Salvador, el cuerpo de la joven fue entregado a la morgue del municipio de Puente la Reina, en Navarra, España, para efectuar la autopsia. Un mes más tarde se supo que el orificio de la nuca fue por un disparo realizado «a corta distancia», exactamente a dos centímetros.
El coronel responde
Este jueves, en el marco de la Sesión Plenaria de la Asamblea Legislativa, Almendáriz respondió a los señalamientos.
“Esto no es nuevo (prohibición de ingreso a EE.UU.), esto me lo notificó un cónsul, cuando se derogó la ley de amnistía, sobre eso, yo esperaba que con la nueva ley, los que no fuimos escuchados, y declarados culpables por la Comisión de la Verdad, tuviéramos la oportunidad de aclarar esta situación, el caso que se me imputa, dice en el informe que la persona estaba en hospital, da la casualidad que el Comandante ‘Hércules’ del FMLN, se vino a Nicaragua, y se fue al Frente, y murió en un combate aquí en el Volcán de Santa Ana, al cual no tenía mando en las tropas, a mí se me ordenó acudir en helicóptero a constatar la injerencia de personas de la Eta, aquí en El Salvador”, explicó.