El Juzgado 4º de Paz de Santa Ana ordenó la continuación el proceso penal con medidas sustitutivas a la detención contra José Roberto Alas, de 54 años de edad, y Elmer Adonay Funes, de 30, empleados de una empresa distribuidora de gas propano, a quienes se les acusa del delito de lesiones culposas en perjuicio de 23 personas tras la explosión de un local de comida rápida en la ciudad de Santa Ana.
Los imputados deberán de presentarse cada 15 días a firmar al Juzgado de Instrucción que designe la sede fiscal de la ciudad morena.
Durante la audiencia inicial realizada este miércoles, el Juez consideró que existen suficientes elementos probatorios indiciarios para acreditar la existencia del delito, así como la participación de los imputados en la comisión del delito, por lo que será en la siguiente etapa procesal donde las partes deberán de presentar las pruebas de cargo y descargo.
Aunque el delito de lesiones culposas es conciliable, la Sociedad Zeta Gas de El Salvador S. A. de C.V, que es acusada civilmente por la Fiscalía General de la República, no concilió con las víctimas, porque dijeron que no tenían un monto establecido para cada uno de los afectados.
En ese sentido, el fiscal aseguró que dicha conciliación podrá realizarse en sede fiscal durante toda la etapa de instrucción; y que el monto deberá de ser establecido de acuerdo a cada caso en específico.
Los hechos ocurrieron la mañana del lunes 4 de enero del año en curso, en un negocio de comida rápida, cuando, según el requerimiento fiscal, los imputados abastecían de gas el cilindro de gas propano de los hornos del referido establecimiento, transportándose estos a bordo de un camión tipo cisterna, placas C 98-078, perteneciente a la flota de la empresa gasera, manejado por José Roberto, quien dentro de sus funciones era el encargado de la manipulación del sistema de despacho de GLP (controlar la salida del gas del camión cisterna a través de la manguera que se conecta al cilindro), encontrándose el automotor estacionado de oriente a poniente, sobre la 1ª. Calle Poniente, a una distancia de 44 metros en línea recta de dicho negocio y a través de una manguera extendida que depende del camión cisterna.
Según el requerimiento de la FGR, Elmer Adonay era el encargado de verificar el correcto llenado del tanque estacionario, así como el encargado de evitar con ello cualquier falla en el equipo o de cerciorarse que el cilindro de gas cumpliera con los estándares de porcentaje de llenado establecidos.
En el expediente consta, que Elmer Adonay enroscó el tubo en una válvula que se ubica en el suelo frente a la barra de despacho, ya que el tanque está enterrado en el suelo.
Dicha manguera se había disparado de la conexión y esto se debió a que el cilindro se encontraba al 100 por ciento de su capacidad máxima, cuando el límite permitido oscila entre un 85% a 90%, lo que provocó que la válvula de seguridad no aguantara la presión, liberando el gas, dispersándolo en el ambiente.
“Debido a ello, se observó una nube de gas y debido a que es un lugar donde habían cocinas encendidas se tomó la decisión de apagar las freidoras, pero de pronto se generó una explosión en la parte del techo, luego se escuchó una explosión bastante fuerte, saliendo llamas, situación que provocó que varias personas resultaran con quemaduras de diferente gravedad, provocando como parte de la onda expansiva daños materiales en la infraestructura del mercado municipal, de los negocios y puestos aledaños y mercadería de los vendedores de la zona”, reza parte de la acusación del ministerio público.
