El 30 de julio de 1975, estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES) realizaron una marcha pacífica como una manifestación ante la represión por parte de las fuerzas militares a un desfile bufo que organizaron universitarios cinco días antes en la Facultad de Occidente; así como el contexto de intervenciones militares en el Alma Máter bajo el gobierno del Coronel Arturo Armando Molina (recientemente fallecido).
La marcha salió del portón de Ciencias y Humanidades de la UES, cuando llegaron a la altura del paso a desnivel sobre la 25 Avenida Norte, los estudiantes fueron acorralados con tanquetas que aparecieron atrás de ellos, matando a muchos de los manifestantes. Los cuerpos de seguridad también atacaron armas de fuego y utilizaron gases lacrimógenos.
Hasta la fecha se desconoce el total de fallecidos, pues el lugar fue cerrado mientras recogieron los cuerpos y limpiaron la calle.
46 años después y luego de un año paralizado por la pandemia de COVID-19 en 2020, asociaciones estudiantiles realizaron la tradicional marcha de conmemoración de la masacre bajo el eslogan «30 de julio NUNCA MÁS».
La autoridades de la UES también desarrollaron actividades de conmemoración dentro del campus, así como en el punto exacto dónde fueron masacrados por militares, donde colocan ofrendas florales en honor a los Héroes y Mártires del 30 de Julio de 1975.
