Por: Redacción YSKL
Un grupo de privados de libertad del Centro Penal La Esperanza serán beneficiados con el programa “Una Segunda Oportunidad”, que tiene como objetivo garantizar la rehabilitación y reinserción a la sociedad con programas educativos.
El director general de Centros Penales, Osiris Luna Meza, acompañó este jueves una delegación de la Embajada de Qatar en El Salvador, liderada por el encargado de negocios Tariq Al-Othman Fakhroo, para verificar la implementación del proyecto.
Luna Meza dijo que el encargado pudo constatar cómo se desarrolla el proceso de rehabilitación dentro del centro penitenciario. “Luego de tener el orden, control y disciplina que tenemos en los centros penitenciarios viene una serie de oportunidades”, afirmó.
Este programa se realiza en el marco de la Declaración de Doha, y en seguimiento a uno de los cuatro componentes principales de dicha declaración: la rehabilitación de prisioneros.
“Fuimos a ver el desarrollo de la primera universidad dentro del sistema penitenciario; estamos apostándole a la educación como uno de los pilares principales para que la gente no reincida. Cambiar personas, para que cuando vuelvan a la vida de la sociedad, puedan sumarse a la vida productiva del país”, destacó el funcionario.
Serán 62 privados de libertad del centro penal “La Esperanza” los que tengan la oportunidad de continuar con su formación académica y graduarse de una licenciatura en administración de empresas, impartida por la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios (UCAD), con sede en San Salvador.
“La Embajada de Qatar nos ha apoyado, al Gobierno, para poder desarrollar todo este tema de la universidad, que es semipresencial donde van docentes también en algunas clases y hay en línea”, comentó el director general de Centros Penales. “Ellos han colaborado con el 100 % de la inversión”, puntualizó Luna.
Además, para el año 2022, se espera iniciar con el ciclo I-2022 de la carrera de administración de empresas al interior del Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas para Mujeres de Ilopango, San Salvador. Este centro penal cuenta con más de 280 bachilleres, los cuales también albergan la esperanza de continuar con sus estudios universitarios.
“También se va a implementar en cárcel de mujeres y en todo el sistema penitenciario. La idea de esto es que a la persona se le tecnifica, se le prepara para la vida productiva del país; ellos podrán optar a la universidad y llevarse el conocimiento teórico y práctico para que se desarrollen posterior a su tiempo dentro de la prisión”, agregó Luna Meza.