Bordadoras a domicilio exigen a Diputados regular a las maquilas

Las bordadoras denuncian que las maquilas, principales proveedoras de las textileras llegan a pagar hasta $2,50 por una pieza de ropa (imagen), cuando la misma se comercializa en el extranjero por encima de los $200. Foto: YSKL
Las bordadoras denuncian que las maquilas, principales proveedoras de las textileras llegan a pagar hasta $2,50 por una pieza de ropa (imagen), cuando la misma se comercializa en el extranjero por encima de los $200. Foto: YSKL

Por: Redacción YSKL

El Sindicato de Trabajadoras de Bordado a Domicilio de El Salvador (SITRABORDO), se concentraron este martes en las afueras de la Asamblea Legislativa, para solicitar a los Diputados activar dos convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se refieren al reconocimiento de sus derechos.

La Secretaria General de SITRABORDO, Isela Beltrán, exigió a los Diputados ratificar el Convenio 177 de la OIT, que pretende asegurar que los empleados tercerizados, mediante la contratación de maquilas, reciban los mismos derechos que establece el Código de Trabajo.

“Si nos ratifican el convenio nos reconocerán el trabajo en maquilas, con salario mínimo, prestaciones de ley, a nosotras nos pagan por piezas no con salario, por lo que no tenemos seguro, indemnización, ni vacaciones”, señaló.

Y es que la Sala de lo Constitucional ya emitió una resolución en donde mandata al Órgano Legislativo por omisión de ley, para que los parlamentarios regulen un salario mínimo definido, lo cual ya fue concretizado a través del Consejo Nacional del Salario Mínimo.

En el caso de El Salvador, el trabajo tercerizado se expresa principalmente en la situación de las trabajadoras bordadoras a domicilio, es decir que trabajan en su casa, para importantes marcas del sector textil, que a su vez operan en las maquilas de las zonas francas del país con el menor coste posible, y según Beltrán, muchas tratan de eludir las obligaciones sociales y fiscales (seguros sociales, licencias por maternidad, pensiones, vacaciones, estándares de salud y seguridad, formación), llegando, incluso, a disponer de mano de obra infantil. 

En ese sentido, solicitan que el Ministerio de Trabajo vigilar los contratos de trabajo a domicilio para las bordadoras y levantar un registro en la Inspección General del Trabajo. Al Ministerio de Economía verificar las actividades de las zonas francas que comercializan las piezas que confeccionan las trabajadoras; Beltrán explicó que cada prenda, las textileras la compran a $2,50 y cuando las mismas las venden a las marcas, sacan una ganancia de hasta $250 dólares.

Además, solicitan a la Asamblea Legislativa la ratificación del convenio. «Le pedimos al Diputado Edgardo Mulato, quien es Presidente de la Comisión de Trabajo, una audiencia para expresarle todas nuestras necesidades, el sector está muy desregulado, y la mano de obra es invisibilizada y esclavizada, sujeta a abusos», mencionó Beltrán.