Por: Redacción YSKL
Un grupo de mujeres de la zona rural de El Salvador, se presentó este martes en la Asamblea Legislativa, para pedir a los Diputados una legislación que les permita la adquisición de tierra y acceso a créditos para producir alimentos.
La Mesa de Mujeres Campesinas Suelo y Tierra demandan una ley de acceso para títulos de propiedad de inmuebles, ya que la mayor parte de este sector, no cuenta con inmuebles propios, pues habitan en tierras prestadas o pertenecen a colonos, lo que les impide utilizarlos para cultivos.
Entre las propuestas que plantearon, se establece la creación de un programa de capacitación y asistencia técnica a las mujeres beneficiarias del proyecto de ley. Un programa de créditos y adquisición de tierras por medio de instituciones que ofrecen este tipo de bienes.
La Diputada del FMLN, Dina Argueta recibió la propuesta de las demandantes y le dio iniciativa de ley.
“Hay un gran porcentaje de mujeres rurales, es necesario garantizar el acceso a la propiedad, pero no solamente, que pueda haber acceso a créditos fáciles para también poder trabajar sus tierras y aportar a su desarrollo personal, porque el entorno cambia y con la situación económica es un alivio para las familias”, indicó.
Diez organizaciones presentaron el escrito este día, entre ellas la Colectiva Feminista, la Asociación Nuevo Amanecer de El Salvador (ANADES), Federación Salvadoreña de Asociaciones Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua de Responsabilidad Limitada (FESCOVAM), Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Minima (FUNDASAL), la Concentración de Mujeres de Suchitoto, Red Unión Mujeres, entre otras.
Según un estudio de la Dirección General de Estadísticas y Censo (DIGESTYC) las mujeres rurales en El Salvador representan el 19% de la población, mientras que más del 50% de la producción agrícola está a cargo de este segmento de la sociedad.
Datos de la última Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, indica que en El Salvador existen 200 mil personas que viven de la agricultura, pero no son propietarias de la tierra que trabajan, es decir cultivan en parcelas arrendadas, prestadas o en condiciones de colonato. De esas 200 mil personas, más de la mitad son mujeres campesinas.
