Muere a los 81 años Vicente Fernández, la leyenda del mariachi mexicano

Imagen de referencia.
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Por: Redacción YSKL

Se confirmó la muerte del popular artista mexicano Vicente Fernández, luego de una estancia de más de cuatro meses en el hospital. Tenía 81 años. Falleció hoy a primeras horas del domingo 12 de diciembre.

«En Paz descanse Sr Vicente Fernández. Lamentamos comunicarles su deceso el día domingo 12 de diciembre a las 6:15 am. Fue un honor y un gran orgullo compartir con todos una gran trayectoria de música y darlo todo por su público. Gracias por seguir aplaudiendo, gracias por seguir cantando», expresó la familia en una publicación junto a una fotografía del artista.

Uno de los cantantes más populares de la nación azteca, estuvo internado en un hospital de Guadalajara, por complicaciones luego de una caída sufrida el pasado nueve de agosto en su rancho.

Esta caída le habría provocado heridas importantes en las vértebras cervicales, además de que se haría golpeado fuerte en la cabeza.

A lo largo de estos últimos cuatro meses, Fernández había mostrado altibajos en su estado de salud, pero este viernes su familia acudió al hospital, presumiblemente para despedirse, además de que se reportó que tres abogados y un notario acompañaban a los familiares.

Pero fue hoy domingo que la familia de Vicente Fernández emitió un comunicado para informar que falleció a las 6:15 de la mañana.

El legado de Vicente

Ídolo de la música ranchera, Vicente es considerado un símbolo de la cultura hispanoamericana y uno de los artistas más populares de México.

Las contribuciones de Fernández a la música, junto con su vida personal publicitada, le han convertido en una figura global y representativa de la cultura ranchera durante más de cinco décadas, en las que grabó más de 80 discos entre compilaciones, en vivo y homenajes.

Su trabajo le ha valido dos premios Grammy, ocho premios Grammy Latinos, catorce premios Lo Nuestro y una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.

En abril de 2010 alcanzó la cifra de 60 millones de álbumes vendidos en todo el mundo.

Además de su trabajo como cantante, también fue empresario, productor discográfico y actor, con participación en películas y telenovelas mexicanas.

La leyenda

Vicente Fernández Gómez nació en Huentitán El Alto, Jalisco, en 1940, hijo del ranchero Ramón Fernández Barba y Paula Gómez, quien se dedicó a las labores del hogar. En múltiples entrevistas solía contar que el momento definitorio de su vocación sucedió a los 8 años cuando le regalaron una guitarra y, sin recibir lecciones, aprendió a tocarla rápidamente.  

Seis años después, en 1954, debutó en un certamen amateur en Guadalajara donde ganó el primer lugar y desde ese momento no paró de cantar en restaurantes, bodas y bautizos, mientras perfeccionaba su arte. Además fue albañil, pintor, mesonero y cantinero para ayudar a su familia que vivía en la pobreza luego de una serie de reveses financieros.

Sin embargo, ‘Chente’ inició su carrera artística más formal en 1960, cuando actuó en La calandria musical, un programa de televisión muy exitoso que se transmitía en Guadalajara. Poco después se mudó a Ciudad de México donde consiguió la consagración en la década de los 60.

Pero no todo fue fácil. A inicios de 1963 muere su madre, Paula Gómez de Fernández, de cáncer y ese mismo año se casa con María del Refugio ‘Cuquita’ Abarca Villaseñor, su vecina de Guadalajara. La pareja tuvo cuatro hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro y Alejandra.

“Nunca pensé en fracasar, siempre pensé en llegar más alto, lo único que me duele es que mi madre se murió con la ilusión de una casa propia y mi padre con la idea de tener mucho ganado y no se lo pude dar. Ahora cuando veo esta casa y este rancho no aguanto, se me mojan los ojos”, dijo en una entrevista con la revista Quién en 2016. 

Aunque Fernández comenzó a tener un éxito moderado porque tocaba con los grupos de mariachi más conocidos de México, como el Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza, y el Mariachi de José Luís Aguilar, seguía cantando en restaurantes y los sellos disqueros no lo contrataban. 

Pero todo cambió en abril de 1966, con el fallecimiento de Javier Solís, otro astro de la música ranchera que dejó huérfanos a todos sus fanáticos. Era el momento propicio para el nacimiento de otra estrella, así que ese año Fernández firmó su contrato con CBS México y el resto es historia.

En el verano de 1966 grabó sus primeros éxitos como ‘Tu camino y el mío’, ‘Perdóname’ y ‘Cantina del barrio’. Y en los años siguientes lanzó una serie de álbumes con ventas importantes como ‘Soy de abajo’, ‘Ni en defensa propia’ y ‘Palabra de rey’.

En el escenario, luego del clímax de sus largas presentaciones, le gustaba repetir: “Mientras ustedes no dejen de aplaudir, su ‘Chente’ no deja de cantar”.

En paralelo comenzó a cultivar una prolífica carrera actoral que se inició en 1972 con ‘Tacos al carbón’ y que lo llevó a participar en más de 30 filmes entre los que se destacan ‘Tu camino y el mío’, ‘La ley del monte’ y ‘El tahúr’, entre muchos otros.

Fernández era devoto de sus ídolos de la infancia como Pedro Infante y Jorge Negrete, cantantes y actores que forjaron el estereotipo de los galanes de la música ranchera. Así que deseaba fervientemente conseguir un gran éxito que lo inmortalizara a nivel internacional.

Ese momento llegó en 1976, cuando grabó ‘Volver, volver’ del compositor Fernando Z. Maldonado, una canción que se convirtió en un himno que rompió todos los récords de ventas y sonaba en todas las radios de América Latina. 

“Siempre he dicho que no hay grandes compositores, sino grandes canciones”, decía el intérprete en una entrevista de su web oficial. “Y nunca he dicho que soy compositor. Es un trabajo muy difícil, sin embargo, algunas ideas e inspiraciones me han llegado y cuando eso sucede, corro a tomar una pluma y escribir unas cuantas frases”, agregó.

Grabó más de 100 álbumes y 300 canciones. Entre ellas clásicos de la música popular mexicana como ‘Aquí entre nos’; ‘Mujeres divinas’ y ‘Por tu maldito amor’. 

También ganó dos premios Grammy, en 2010 y 2015; cuatro Grammy Latino después de 2002 y seis premios Billboard, además de obtener una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood y la crítica especializada llegó a compararlo con Frank Sinatra por sus excepcionales dotes vocales.

“Tengo más de 100 álbumes en el mercado y he grabado más de 300 canciones que aún no se han dado a conocer. Mi vicio es cantar”, decía en una declaración recogida en su página oficial, donde se asegura que el astro grabó al menos 20 discos con material inédito que se dará a conocer en el futuro.

A pesar de haber alcanzado la gloria del estrellato, su carrera no estuvo exenta de polémicas: en 2013 fue investigado en España por acusaciones de blanqueo de dinero del narcotráfico colombiano, aunque nunca se comprobó su implicación, también hizo comentarios homófobos como que se negaría a recibir un trasplante de hígado si el donante era una persona gay y tuvo una complicada relación con el alcohol. En 2016, en su concierto de despedida en México, llegó a decir ante más de 100,000 personas que, si se encontraba a Donald Trump le escupiría la cara “y le voy a mentar la madre”. 

En enero de este año, se se divulgó un video de 2017 en el que el cantante aparecía tocándole un pecho a una fanática con la que se estaba tomando una foto, lo que desató una oleada de indignación que lo llevó a pedir disculpas, mientras lloraba en una entrevista.

Su legado musical y artístico lo convierten en el último exponente de una estirpe de cantantes que forjaron la memoria colectiva de México y buena parte de América Latina con canciones de desamor, traiciones y embelesos que son coreados por millones de personas.

“Me gustaría morir donde Dios quiera recogerme, na’ más que me de chance de arrepentirme”, dijo en una de sus últimas entrevistas.

Le sobreviven su esposa, María del Refugio Abarca Villaseñor, y sus cuatro hijos: Vicente Fernández Jr.; Alejandro Fernández Abarca; Gerardo Fernández, y Alejandra Fernández.