Un grupo de pandilleros fueron condenados por participar en hechos violentos en los que desmembraban a las víctimas y luego las enterraban en los llamados “cementerios clandestinos”, que fueron encontrados en la zona montañosa del municipio de Comacarán, en el departamento de San Miguel.
El proceso se conoció en el Juzgado Especializado de Sentencia de San Miguel, donde fueron sentenciados por su participación directa en homicidios y agrupaciones ilícitas.
Una pena de 80 años de prisión recibió Kelvin Josué Pineda Arbaiza, líder de la pandilla 18. Junto a él fueron sentenciados José Alexis Rodríguez Álvarez (80 años), José Luis Alfredo Gómez (79 años), Luis Alfredo Gómez y Edenilson Vladimir Flores a 55 años de cárcel respectivamente.
En el mismo proceso se condenó a José Santiago Martínez a 5 años y a Javier Cruz Umaña a 4 años ambos por el delito de agrupaciones ilícitas.
