El presidente brasileño Jair Bolsonaro afirmó el martes que los derrames de petróleo que han estado contaminando la costa noreste del país desde comienzos de septiembre aparentemente tienen que ver con irregularidades.
“Parece que algo fue desechado ilegalmente”, dijo Bolsonaro en Brasilia tras una reunión con el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
Sin embargo, el presidente se rehusó a decir de quienes sospechan las autoridades por el derrame. El lunes, Bolsonaro dijo que un país estaba en el radar de las autoridades.
Las autoridades locales comenzaron a investigar el derrame el 2 de septiembre, cuando la capa de crudo comenzó a llegar a las playas brasileñas.
El derrame ya se ha expandido a 61 municipios en nueve estados, contaminando más de 130 playas, dijo el lunes en un comunicado el Ministerio de Medio Ambiente.
Roberto Castello Branco, presidente de la petrolera estatal Petrobras, dijo el martes que el derrame era un “desastre muy preocupante”.
Petrobras ayudó a sanear más de 130 toneladas de petróleo hasta el lunes por la noche.
La petrolera estatal analizó varias muestras del crudo derramado y determinó que no fue producido ni comercializado por ellos, pero agregó que el hidrocarburo provenía de una sola fuente.
En el estado de Sergipe, las autoridades declararon estado de emergencia y recomendaron a la gente no entrar a las playas contaminadas.
