Fue en septiembre de 2016. Sobre una calle de difícil acceso que conduce del municipio de Juayua hacia el de Nahuizalco, departamento de Sonsonate, un policía ayudó a una humilde mujer a dar a luz a una niña, a quien llamaron Tatiana. Tres años después, el agente que auxilió a la madre, regresa con ansiedad al hogar de Tatiana para ver a la niña y festejar su cumpleaños, llevando consigo algunos presentes por la grata fecha.
Un poco más de tres años han transcurrido desde que el cabo Mauricio Arévalo, destacado en la Subdelegación de Nahuizalco, y con 25 años de trabajo policial, atendió el parto de doña Sara, en plena calle, porque el tiempo no dio para llegar hasta el hospital.
La vivienda donde reside la familia de la niña es de difícil acceso. Pero no hay límites cuando hay voluntad, y en esta fecha Arévalo decidió llegar al cantón La Guacamaya a visitar a la pequeña que, hace tres años, recibió en sus brazos.
“Hoy cuando realizaba mi trabajo policial encontré una casa muy humilde donde también encuentro a aquella bebe con el nombre Tatiana, ya con tres años de edad, residente en familia, que no conozco, pero me satisface haberla encontrado con buena salud, agradecer a Dios Todopoderoso por la vida de esa niña” dice el cabo.
En la casita donde habita esta familia no había globos, pastel y mucho menos regalos, pero la pequeña Tatiana fue sorprendida con humildes pero sinceros obsequios por parte del policía como presentes por su cumpleaños, ya que debido a la condición económica de la familia no pudieron festejarlos.
«Pude abrasar a la niña y sentir esa satisfacción de que mis compañeros y yo atendimos a su madre cuando la dio a luz y está bien de salud» comentó el cabo Arévalo, y es que para él esto se traduce en el mayor reconocimiento que recibe por una labor que siempre trascenderá ante el servicio comunitario.
“Hay una satisfacción propia porque trabajo para la población o sociedad” reflexiona el uniformado. Esta no es la primera acción de este tipo de parte del cabo. En el año 1996, también de igual forma, atendió otro parto, esta vez en el cantón Platanares del departamento de Ahuachapán, donde nació un niño. A él lo visitará en cualquier momento para saber qué es de ese joven, ahora de 23 años de edad, dice el cabo Arévalo.