La mayoría opositora de la Asamblea Nacional venezolana denunció el martes la desaparición de un diputado luego de desistir ir al palacio legislativo alegando que su vida estaba en riesgo porque sus alrededores habían sido tomados por supuestos grupos prooficialistas armados.
Sin la presencia de Juan Guaidó, quien se encuentra en Londres, los parlamentarios abortaron el plan inicial de acudir a la sede del legislativo, en el centro de la capital, para realizar su sesión ordinaria en coincidencia con la de la directiva paralela que convocó a una sesión en el mismo lugar.
“La información que tenemos es que hay funcionarios de la fuerza armada vestidos de civil y que hay grupos colectivos (organizaciones prooficialistas armadas) dispuestos en todo lo largo de la entrada armados no solamente con piedras sino con armas”, dijo a The Associated Press el primer vicepresidente del Congreso, Juan Pablo Guanipa.
Durante el debate -que se celebró en el barrio de clase media Cumbres de Curumo, en el este de Caracas- la congresista de Voluntad Popular, Adriana Pichardo, denunció que el diputado suplente Ismael León desapareció poco después de salir de la sede del partido Acción Democrática, en el norte de la capital, cuando se dirigía hacia la sesión.
“Ni su familia, ni su equipo de trabajo, ni sus compañeros de partido sabemos absolutamente nada de él. Sin embargo, tenemos información extraoficial de que fue interceptado por una comisión del FAES (un cuerpo especial de la policía nacional)”, precisó Pichardo. Las autoridades no han hecho comentarios al respecto.
Mientras los legisladores se concentraban en el este de la capital, la directiva paralela de la Asamblea Nacional encabezada por el diputado Luis Parra, un exmiembro del partido opositor Primero Justicia expulsado de esa fuerza tras ser acusado de corrupción, realizó una sesión para discutir la designación de los nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral.
“Decidimos comenzar la construcción de un camino para despolarizar al parlamento de estas dos cúpulas que, atrincheradas en el sectarismo y en la excusa, les han negado a los venezolanos la construcción de una solución política”, publicó Parra en su cuenta de Twitter.
La semana pasada una comisión de congresistas intentó llegar al palacio legislativo, pero decenas de personas, en su mayoría seguidores del gobierno, les bloquearon el paso, atacaron con objetos contundentes las camionetas blindadas en las que se trasladaban y lanzaron disparos de armas de fuego, lo que obligó a los opositores a retirarse y realizar la sesión en otro punto de la capital venezolana.
La crisis política se agravó a partir del 5 de enero cuando las fuerzas de seguridad le impidieron el ingreso al palacio legislativo a Guaidó y a un grupo de congresistas opositores y se juramentó una directiva paralela dirigida por Parra.
Horas después de esos incidentes un centenar de diputados opositores se reunió en el diario venezolano El Nacional para reelegir a Guaidó como jefe del Legislativo y ratificarlo como presidente interino de Venezuela.
Luego de esos eventos Guaidó y la mayoría opositora lograron el 7 de enero ingresar por la fuerza a la Asamblea Nacional para sesionar, pero el 15 de enero les bloquearon nuevamente el paso.
Parra, quien fue sancionado este mes por Washington, defendió la víspera su nombramiento y aseguró que fue electo de acuerdo con lo que prevén las leyes. Pero la oposición sostiene que todos los integrantes de la directiva paralela fueron nombrados sin el quorum que establece el reglamento interior y sin votación.
Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países de la región han cuestionado la elección de Parra y reconocen a Guaidó como jefe del Congreso y presidente provisional de Venezuela.
Via: AP Noticias