La relación de El Salvador con Estados Unidos en tiempos de COVID-19 ha devenido en una nueva donación económica, así lo informó el Gobierno por medio de un comunicado.
Mediante la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la nación norteamericana donó $2.6 millones en asistencia de salud, para que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pueda adquirir suministros en el marco de la pandemia del coronavirus.
Además la OIM podrá adquirir equipo médico, artículos de higiene, alimentos, prendas de vestir y sábanas, entre otros suministros necesarios para los ciudadanos que se encuentren en centros de contención, así como los retornados de EE.UU.
La casa de gobierno salvadoreña informó que los recursos, que se administrarán junto al Ministerio de Salud y la Dirección General de Migración se construirán un nuevo laboratorio de pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) en el Departamento de Santa Ana.
Además se dotará con equipos y suministros a los laboratorios que ya funcionan en San Salvador y San Miguel.
De los 2.8 millones, 800,000 serán utilizados para ofrecer servicios comunitarios como asistencia psicosocial, formación virtual en habilidades laborales, empleabilidad y reinserción escolar que facilite el proceso de reintegración sostenibles de las personas retornadas cuando finalice la cuarentena.
A la fecha Estados Unidos ha proporcionado $5.4 millones en asistencia directa adicional al Gobierno como respuesta a la pandemia.
En este año, este no es el único desembolso de Washington: recientemente se aprobó un fondo de ayuda de cerca de $65 millones de dólares, para programas económicos para salvadoreños deportados y reforzar las medidas para evitar la migración.
En lo que va de 2020, más de $71 millones ha brindado aquel país en ayuda adicional para El Salvador en diversos rubros.