La noche de este jueves, un grupo de personas que pasaban en cuarentena controlada en el centro de contención de Nuestra Señora de Monte Carmelo, en Ciudad Delgado, fueron trasladados a Morazán, horas después que se habían declarado en huelga de hambre por el resultado positivo de pruebas de COVID-19, diagnóstico que catalogaron como «venganza» por haber denunciado las condiciones del confinamiento a los medios de comunicación.
Las personas albergadas tienen más de 40 días en este centro de contención y el pasado jueves 14 de mayo denunciaron la violación a los protocolos en el traslado de un supuesto contagiado, pues no recibieron más información, se les había denegado informes sobre pruebas de COVID-19 practicada y hubo intimidación de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).
Posterior a esto, el sábado 16 les practicaron la prueba de COVID-19, este jueves por la mañana les dieron la respuesta en la que cinco dieron positivo.
Sin embargo, los confinados aseguraron que no les entregaron los resultados, sino que solo fue de palabra y les expresaron que si no sentían molestías era porque son pacientes asintomáticos.
Luego denunicarlo a través de una huelga de hambre, parte de los albergados fueron llevados a Morazán.
Según el Ministro de Salud, Francisco Alabí, este traslado no responde a «un castigo» a la población, «es lo que menos tenemos en mente hacer».
Por su parte, Alabí afirmó que tras el resultado positivo de cinco de ellos se decidió trasladar a un grupo hacia Morazán para focalizar y localizar los grupos que hayan estado en contacto con los contagiados para no establecer un periodo de manejo de nexos a todos.
El funcionario aseguró que este riesgo se hubiera evitado si se cumplieran los reglamentos de distancia en los centros de contención, «se ponen a platica en la noche o incluso a beber».
«Estamos cargando el sistema de salud en pruebas (en centros de contención)», añadió.