Los $1,000 millones de colocación de bonos el pasado 9 de julio -préstamo que deberá pagar al 9.5% como tasa de interés y en un plazo de 32 años- será utilizado para dos fines, uno es el fideicomiso para la recuperación de empresas y el segundo es para la falta de financiamiento que se tenía originalmente en el presupuesto de 2020.
Esto según lo indicó el Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya en la reunión con los diputados de la Comisión de Hacienda este martes.
En la creación del fideicomiso son un total del $600 millones dividido en tres programas: crédito a Micro, Pequeña y Mediana Empresas (MIPYME), pago del 50% de planillas, así como créditos al sector informal.
El segundo aspecto se refiere a que desde antes de la pandemia, el país ya iba a endeudarse por 645 millones de dólares en el 2020, pues se aprobó un presupuesto con más gastos que ingresos; es decir, con déficit fiscal.
Por lo tanto, el país ya debía conseguir este financiamiento desde antes del impacto de COVID-19; el resto de los $1,000 millones se utilizarían en este fin.
Sin embargo, el diputado Rodolfo Parker cuestionó al Ministro sobre esta utilización de fondos, pues afirma que informes de esta misma cartera de Estado indicó que solo hacían falta $162 millones de los 645 faltantes al presupuesto general del país, informe que se rindió previo a la pandemia.
Por lo que preguntó si este dinero fue utilizado para el pago de Letras del Tesoros (LETES) o el pago de la denominada «tarjeta de crédito» del país.
Ante esto, Zelaya respondió que no tienen registro sobre ese informe y si el diputado podría hacerlo llegar.